Energía

España se ve blindada frente a un corte del gas natural argelino

  • Lo valora como improbable y cree que no afectaría a los clientes protegidos
El gasoducto del Magreb

El Ministerio de Transición Ecológica ha sometido a consulta pública el "Plan de Acción preventivo del sistema gasista español 2023-2026". En dicho documento el Ejecutivo asegura que el suministro de gas en España está blindado para los llamados "clientes protegidos" en caso de producirse eventos extremos como un corte de suministro desde Argelia, Noruega o Rusia.

En la Evaluación de Riesgos Nacional se asegura que "ninguno de los múltiples riesgos identificados supone un problema de abastecimiento de gas a los clientes protegidos y deja en manos del Plan de Emergencia la forma en la que se regulan los cortes de suministro para los clientes industriales en caso de producirse algún tipo de incidente.

Fallo de Argelia

El estudio indica que ante un fallo de abastecimiento de Argelia (que suministró el 23,8% del gas el año pasado) los clientes protegidos (consumidores domésticos) no tendrían por qué verse afectados por recortes en el suministro.

Los terminales de regasificación cubrirían el 87% de la demanda nacional y la exportación a Portugal durante el periodo estudiado.

El Ministerio además destaca que el fallo estudiado no se ha producido hasta la fecha, ni siquiera en periodo de conflicto interno en Argelia, por lo que se considera poco probable. Los clientes protegidos suponen aproximadamente un 13% del total de la demanda nacional y, en los meses invernales, este porcentaje se eleva hasta el 28% en condiciones medias de temperatura.

Sobre los riesgos asociados a las infraestructuras, el Gobierno considera que el mayor fallo se produciría en la planta de Mugardos en un día de punta invernal, pero que queda solventado tras la incorporación de El Musel que, ante una situación extraordinaria, podría cubrir la demanda de la zona.

Otra de los problemas podría producirse ante un cese de la salida de gas desde la planta de Barcelona que podría estar provocado por el fallo de la instalación o por un volumen de existencias insuficiente. En el primero de los casos, la planta lleva a cabo mantenimientos preventivos y cuenta con los medios materiales y humanos para una actuación rápida en caso de producirse algún tipo de incidente. En el segundo de los problemas, se cuenta con un mecanismo de mercado capaz de posibilitar el funcionamiento correcto de las instalaciones con un número de descargas mínimo.

El Ministerio analiza también el riesgo que supondría para España un cese total de las exportaciones desde Rusia y concluye que se podría cubrir la demanda de los clientes protegidos en todo momento.

El Ejecutivo considera además que esto supone una oportunidad ya que España cuenta con la capacidad suficiente para consolidarse como una nueva puerta de gas al suroeste hacia Europa central.

El Gobierno ha puesto en marcha también la renovación de los brazos de carga de las plantas de Barcelona, Cartagena y Huelva que minimizarán el riesgo de incidencias y mejorará su disponibilidad y se ha optado también por adecuar los pantalanes de las plantas para poder operar con buques más pequeños de hasta 80.000 m3, lo que incrementa la flexibilidad logística.

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