Energía

Así va el rearranque de Alcoa San Ciprián: empezará al 6%, pero falta la mitad de la energía

El próximo mes de enero las primeras cubas de electrolisis de la planta de aluminio de Alcoa volverán a arrancar dos años después. Compañía y trabajadores de la fábrica de San Ciprián (Lugo) llegaron a un acuerdo en 2021 para suspender durante dos años la actividad con el compromiso de reactivarla en 2024.

La organización ha cumplido hasta el momento sus compromisos y se prepara para lanzar la construcción del nuevo horno de cocción de ánodos, la inversión más relevante de toda la obra. Sin embargo, todavía no tiene garantizado el suministro energético para cuando vuelva a funcionar en sus máximos de capacidad. Y esto es vital para una instalación que, a pleno rendimiento, consume más del 1,5% de la electricidad nacional.

La empresa tiene ya aprobada la inversión de 192 millones de euros, una cifra que alcanzará los 225 millones sí finalmente logra el visto bueno de la central para unos nuevos filtros lavadores en el centro de gases. El nuevo horno eso sí es la pieza angular de unos trabajos que culminarán en octubre de 2025, cuando la instalación ya tenga la capacidad para trabajar al máximo de sus posibilidades.

El rearranque será un proceso "muy lento", admitía la pasada semana la directora financiera del grupo, Molly Beerman, en una conferencia organizada por Morgan Stanley. El encendido se producirá en un primer momento al 6%, lo que provocaría que en abril del año que viene haya ya 32 cubas operativas. A partir de entonces irían entrando en funcionamiento de forma progresiva hasta llegar hasta alcanzar las 512 totales en octubre de 2025.

Alcoa debe encontrar la energía necesaria para poner a funcionar toda la instalación al máximo de potencia, algo que no es sencillo. La empresa firmó el año pasado dos contratos de suministro de electricidad a largo plazo (PPA) con Endesa y Greenalia que le debían surtir del 75%.

Sin embargo, las restricciones de la Xunta, que no autorizó hasta una quincena de parques eólicos provocaron que el porcentaje asegurado cayese hasta el 50%, señaló la dirigente. Y la cifra podría descender todavía más en noviembre, fecha límite para que la administración gallega y el Gobierno den su visto bueno a varias decenas de parques más.

"Estamos trabajando en los contratos para el 50% restante", sostenía Beerman ante los analistas. Las fuentes consultadas por elEconomista.es explican que la organización maneja tres opciones: sopesa reactivar el preacuerdo firmado con Capital Energy -que al parecer quedó en stand by- y ampliar y está en conversaciones con Greenalia y Endesa para ampliar su alianza. Eso sí, nada sucederá hasta que se conozca el número de parques aprobados de aquí a dos meses.

Aunque todavía no tenga la energía, sí sabe cómo la quiere. La firma pretende que sea renovable, preferentemente eólica por sus bajos costes, que le permitiría funcionar con los niveles de rentabilidad pretendidos. Según explicaba la empresa durante 2020, su factura energética alcanzaba los 400 millones de euros. La planta necesita 3,5 TWh anuales para trabajar al máximo de su capacidad, por lo que la cifra pendiente de cerrar rondaría los 1,75 TWh por ejercicio.

El coste del suministro es el factor clave para el beneficio de las plantas. De hecho, los precios del gas natural -consume aproximadamente el 1% del total nacional- han provocado que su refinería de alúmina, también en San Ciprián, opere en números rojos tras incurrir en abultadas pérdidas. Hoy debe trabajar al 50% de su capacidad para recortar este agujero.

El calendario inversor

Pero mientras logra los vatios necesarios para funcionar, Alcoa avanza en su calendario inversor en el centro para volver a fabricar aluminio primario -la instalación todavía saca al mercado aluminio secundario-. "De momento no ha habido ningún incumplimiento en el plan", explican desde el comité de empresa. "El esfuerzo es muy importante", recuerda la compañía.

La obra más ambiciosa es el horno de cocción de ánodos, que todavía no ha empezado a construirse. La ingeniería está previsto que lleve el sello del gigante estadounidense, pero la edificación la harán terceras empresas. El presupuesto son 109 millones de euros y tardará dos años en estar completado.

Además, San Ciprián recibió la pasada semana el nuevo transformador, que supuso una inversión de 8,4 millones de euros y ya estará disponible para el rearranque de enero. Lo próximo en aterrizar será la Gas Insulated Switchgear (GIS), con un coste de 9,7 millones. En la lista quedan las mesas de colada de tocho Wagstaff, las barras de compensación magnética y el horno de homogeneizado. Y la guinda del pastel: la aprobación de los nuevos lavadores de gases por parte de la central.

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