
Una de las mayores empresas mineras del mundo, Glencore, sigue apostando por el carbón y está perfilando un plan para hacer su negocio todavía más grande. La firma suiza quiere crecer inorgánicamente y ha hecho una oferta de compra a otra minera, la canadiense Teck Resources, para adquirir su división de carbón. De salir adelante la operación, harían una escisión con el objetivo de sacarla a cotizar en Nueva York.
El planteamiento es que ambas combinen sus activos de carbón, dando lugar a un nuevo negocio que se escindiría después. Se baraja CoalCo como el nombre de la empresa resultante. Teck Resources está estudiando la oferta y las negociaciones están en curso. Anteriormente, Glencore había intentado adquirir por completo a la canadiense, sin éxito, por lo que ahora se centra exclusivamente en su carbón.
El consejero delegado de Glencore, Gary Nagle, ya habla de esa posible spin off: "Crearíamos lo que sería, en definitiva, la mejor empresa de carbón del mundo. Tendría activos en Canadá, Colombia, Sudáfrica o Australia y contaría con todas la calidades de carbón", decía en una entrevista en Londres con Financial Times.
De esta forma, Glencore pasaría a dividirse en dos compañías, la de carbón, y la de metales, centrada en el níquel, el cobalto o el cobre. Aunque muchas empresas están desinvirtiendo en sus áreas de carbón para ser más sostenibles y muchos estados tienen planes de ir cerrando este tipo de plantas, para la compañía suiza este negocio sigue siendo clave. Y no solo no se plantea renunciar a él, sino que busca ganar tamaño.
En 2022, la compañía esperaba un precio de liquidación del carbón muy inferior al que después obtuvo, como explica en sus resultados. "Los años de la pandemia y la recuperación de después tras años de baja inversión, seguido por un conflicto en Europa (la invasión de Ucrania), ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades en la seguridad energética y en las cadenas de suministro, con un 2022 muy volátil en los precios de las materias primas, que ha permitido al grupo obtener en este año beneficios récord", explicaba Nagle en la presentación de las cuentas.
De hecho, más de la mitad de su beneficio provino del carbón, una división en la que la empresa es de las mayores del mundo. Excluyendo China, Glencore es el segundo productor de carbón térmico, detrás de la hindú Coal India, según Financial Times. Este contexto es el que explica que la firma todavía quiera crecer más en producción de carbón, pese a que la tendencia sea la contraria, lo renovable y sostenible.
Su consejero delegado explica que este combustible todavía es necesario en el mundo, pese a que se esté produciendo una gran descarbonización. Sostiene que esta alternativa es todavía necesaria para abastecer toda la demanda de energía y que es crítica, además, en la fabricación de acero, donde el carbón no tiene aún un reemplazo. Además, Nagel defiende que la compañía tiene como objetivo reducir las emisiones un 15% en 2026 respecto a 2019. Glencore contamina más que España entero.
Los accionistas de la compañía están divididos en torno al plan de Nagel. Algunos piensan que seguir apostando por el carbón no es coherente con los planes de transición verde del área de metales y, otros, consideran que es una oportunidad.
Sin embargo, la apuesta por este combustible podría ser una de las causas que esté lastrando a Glencore en bolsa. En los últimos 12 meses, las acciones de la compañía cotizan en el mismo nivel, prácticamente. Sin embargo, en lo que va de año, la firma se ha dejado más de una quinta parte de su valor en bolsa (-22%).
Los analistas de Bloomberg Intelligence señalan que las acciones de la compañía ofrecen un descuento y que la retribución a los accionistas puede ser elevada si se cierra la operación que se negocia con Teck Resources. Podría retribuir un 16% de su capitalización de completarse sus planes, en vez del 10% actual. Además, sostienen que si los precios del carbón se estabilizan, la compra reforzaría su valor.