
El precio del gas natural atraviesa una etapa de enorme volatilidad en el mercado de referencia europeo TTF que amenaza con suscitar un vaivén en el coste de la electricidad.
El retraso de Noruega en la revisión de la instalación de Nyhamna ha provocado un considerable incremento de la cotización del TTF cuyo precio se ha revalorizado un 77% en lo que va de mes pasando del mínimo de 23,69 euros del pasado 2 de junio hasta el máximo de 41,14 euros registrado el 15 de junio, lo que supone su nivel más elevado desde el 19 de abril.
La fragilidad del mercado europeo queda así patente ante cualquier problema en Estados Unidos y Noruega, dos de los principales suministradores, ya que tras la reducción del flujo del gas ruso se han convertido en los principales soportes de la seguridad de suministro en Europa.
Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, explicó que "los precios a ambos lados del Atlántico han dado señales de vida tras sus dramáticos desplomes de este año. Se trata de un recordatorio oportuno de que el gas natural es una de las materias primas más volátiles, y no deben darse por sentadas nuevas caídas de precios", indica.
Según la consultora Tempos Energía, este escenario "tan agresivo" se estabilizará de cara al final de verano, gracias a un repunte de los inventarios. Para su director general, Antonio Aceituno, "nos encontramos ante una de las pendientes alcistas más importantes de los últimos meses, con un crecimiento de los futuros del mes siguiente para el TTF, de nada menos que 18 euros el megavatio hora (un 77%), desde el mínimo de 23 euros el megavatio hora alcanzado a principios de este mes, hasta los casi 41 euros. Mibgas ha hecho lo propio, dibujando una curva paralela, alcanzando también los 41 euros el megavatio hora, partiendo desde los 23,77 euros, logrados justamente el día 3 de junio".
El experto remarca que el mercado "se ha quedado sin fundamentos", ya que "en cuanto aparece la más mínima incertidumbre, saltan todas las alarmas". No obstante, según ha apuntado, la subida del gas "ha reflejado, perfectamente, la precariedad constante de la situación del suministro europeo".
Los expertos temen que se produzca un desplome del precio del gas al final del verano
A pesar de lo anterior, los fundamentos "siguen siendo totalmente bajistas y es probable que el mercado tenga un exceso de oferta al final del verano", ha subrayado. Por ello, el director general de Tempos Energía concluye que "a corto plazo existen altas posibilidades de que se normalicen los precios del gas, en una media alrededor de la cota de los 25 y 30 euros/MWh".
En la misma línea se pronuncia Jacob Mandel, senior research associate for Global Energy Markets de Aurora Energy Research, que indica que "esperamos que los precios del gas se mantengan bajos durante el verano debido a los elevados niveles de almacenamiento en Europa, salvo nuevas perturbaciones imprevistas. Es probable que los precios sigan subiendo en invierno, cuando el clima se vuelva frío y Europa no tenga más remedio que competir con los mercados asiáticos por los limitados cargamentos de GNL".
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, sostiene que en su opinión "existen varias razones que explican la importante subida del precio del gas en las últimas semanas. En primer lugar, algo habitual en esta época, nos encontramos en plena campaña de llenado de inventarios en Europa y, sobre todo, en Asia. En este último caso, observamos una cierta vuelta al gas desde otras fuentes alternativas de energía, debido a su menor coste comparado, en los últimos meses. Pero, además, a ello se han unido los problemas en Noruega para la puesta en marcha de varias plantas de procesamiento de gas licuado, cuya apertura se ha demorado de junio a julio. Adicionalmente, Holanda ha anunciado que cerrará definitivamente el yacimiento de gas de Groningen, el mayor de Europa, debido a que su actividad se le supone la fuente de los continuos terremotos que se están dando en la región".
Fuera de Europa, los futuros del gas natural en Estados Unidos bajaron ante las previsiones de una menor demanda la próxima semana por los trabajos en curso en varias terminales de exportación de gas natural licuado (GNL), que mantienen baja la cantidad de gas que fluye a las plantas.
La caída de los precios también se produjo antes de un informe federal que se espera que muestre un incremento del almacenamiento mayor de lo habitual gracias al clima templado que permitió reducir la cantidad de gas que las eléctricas quemaron para satisfacer la demanda de aire acondicionado.
En Texas, por ejemplo, el operador de la red eléctrica lleva pronosticando récords de demanda por la ola de calor pero el llamamiento a la prudencia de los consumidores ha evitado que se alcancen y, por ende, han reducido la demanda de gas natural.
Con la llegada del invierno el gas puede repuntar por la competencia de China e India
La subida de precios en Europa fue además acompañada de un incremento en los precios de los derechos de emisión de CO2. Según los datos de Aleasoft, los futuros del CO2 superaron los 90 euros/tonelada, algo que no sucedía desde abril. El aumento de la demanda -ante la cercanía de la entrada en vigor en octubre del impuesto transfronterizo al carbono (CBAM)- y una menor producción eólica propició el incremento de los precios de los mercados eléctricos pese al fuerte incremento de la energía solar.
La fotovoltaica registró récords históricos diarios en España e Italia y récords de lo que va de trimestre en casi todos los mercados.
"Si se compara lo que va del segundo trimestre de 2023, específicamente el período comprendido entre el 1 de abril y el 15 de junio, respecto al mismo período de los cinco años anteriores, la producción solar fotovoltaica batió un récord en casi todos los mercados analizados: en Alemania con 17.999 GWh, en España con 9.240 GWh, en Francia con 5.837 GWh y en Portugal con 896 GWh", indica Aleasoft. Esta tendencia refleja el continuo incremento de la potencia instalada de esta tecnología. Por ejemplo, entre mayo de 2018 y mayo de 2023, la potencia instalada en España fue de 15.967 MW y en Portugal aumentó en 1.542 MW.
Según Aurora Energy Research, "la energía solar está en auge: se convertirá en la mayor fuente de generación de energía del mundo en 2027 y representará el 65% del crecimiento mundial de la capacidad renovable en 2023".
Estabilización en septiembre
En cuanto al medio plazo para los precios del gas, los datos de Tempos Energía indican que es muy probable que el gas tenga un exceso de oferta al final del verano, ya que las reservas siguen creciendo a una media del 0,3% diaria y actualmente se encuentran al 74%. De cara a principios de septiembre, Aceituno prevé que Europa "verá sus reservas de gas al 95% de su capacidad, lo cual podría provocar un auténtico desplome de los precios en torno a los 15 euros el megavatio hora o incluso menos".
Para Mandel, de Aurora Energy Research, "es muy poco probable que los precios se acerquen a los máximos históricos de finales del año pasado, ahora que Europa ha construido nuevas terminales de importación y el almacenamiento está a punto de llenarse. Hay mucho menos riesgo de escasez de gas en Europa, lo que significa menos posibilidades de que los precios suban como el año pasado".
Pedro del Pozo, de la Mutualidad de la Abogacía, comenta que no espera otro verano de tensión de precios en Europa como en 2022 que: "La subida del precio del gas ya ha sido muy contundente, dado el entorno actual de demanda. Es posible que sigan las tensiones, pero muy poco probable que veamos una situación parecida a 2022. En todo caso, no está de más comentar que, a pesar de que la dependencia se ha reducido de manera drástica, Europa aún recibe 27 billones de metros cúbicos de gas de Rusia, lo que implica un notable foco de inestabilidad e incertidumbre con respecto a la evolución del precio de esta fuente de energía a corto plazo".
Los niveles de reservas de gas en Europa se encuentran en el 74,94% con países como España, Portugal, Suecia y Austria
La situación además puede complicarse. Rusia y Ucrania mantienen un acuerdo que vence este próximo mes de diciembre y que supondría la pérdida de cerca del 5% del gas natural que todavía llega a Europa.
En Bruselas son conscientes de este riesgo y, por ese motivo, se mantiene el esfuerzo de reducción del consumo y los planes de acelerar el llenado de los almacenamientos.
En estos momentos, los niveles de reservas de gas en Europa se encuentran en el 74,94% con países como España, Portugal, Suecia y Austria con volúmenes prácticamente al máximo y otros como Alemania en el 79,03%. Francia se sitúa en el 59,68% y sigue sufriendo el impacto de las huelgas del pasado abril.
Javier Molina, analista sénior de mercados para e-Toro, advierte de que "Reino Unido, con solo un 10% de capacidad de almacenamiento, siguen siendo vulnerables a las oscilaciones de precios. Los precios del gas natural están ahora por debajo de la paridad con el crudo Brent, y se enfrentan a la creciente competencia de las importaciones de GNL procedentes de Asia y a la posibilidad de que se reduzcan los últimos flujos rusos".
"Es probable que esta situación se agrave en las próximas décadas, a medida que el crecimiento económico impulse una mayor demanda de gas"
Mandel recuerda que "en los próximos años, el GNL, procedente sobre todo de EEUU, puede seguir sustituyendo al gas ruso, más barato, del que Europa ha dependido durante tanto tiempo. Pero este gas es fundamentalmente más caro, y tendrá un coste más elevado que repercutirá en los consumidores y las empresas, lo que podría restar competitividad en Europa a la industria pesada, que consume mucha energía. Es probable que esta situación se agrave en las próximas décadas, a medida que el crecimiento económico impulse una mayor demanda de gas en las economías en desarrollo, alejando cada vez más el suministro de Europa".
Según explica GasIndustrial, los altos precios del gas, unidos a la falta de agilidad a la hora de reaccionar del Gobierno de España con el tema de las ayudas, han terminado por provocar una nefasta reacción en cadena, que podríamos resumir en cuatro puntos: deslocalización de la producción hacia países con precios más competitivos. Desplazamiento de la producción nacional por un gran aumento de las importaciones de otros países. Una industria europea dopada de ayudas que nos empuja al furgón de cola y nos recorta la competitividad. Y, por último, y como novedad, el inicio de falta de pedidos, síntoma claro de lo que podría ser una recesión inminente.
La Comisión Europea recomendó a los Estados miembros hace un par de semanas que comenzaran a retirar las medidas de ayuda a los consumidores y las intervenciones de mercado para que se acelere la inversión en renovables.
A finales de este mes, la retirada de estas ayudas debería concretarse en la mayor parte de países pero habrá excepciones como España. La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha decidido mantener tanto la intervención del mercado mayorista como la excepción ibérica hasta finalizar este año, en contra de las reclamaciones del sector, que pide que se vayan quitando.