
Baile de clientes de luz y gas por el precio de la energía. Un 14,2% y un 11,2% de los hogares españoles cambiaron de proveedor de electricidad y gas natural en 2022, respectivamente. Según las encuestas recogidas en el último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la mayor parte de estos usuarios buscaron nuevos proveedores de electricidad y gas con el objetivo de abaratas sus facturas.
En el caso concreto del suministro eléctrico, un 84,6% de los trasvases se produjeron por reducir estos costes. El 10,1% porque quería un tipo de tarifa distinta (con discriminación horaria, por ejemplo), el 9,7% debido a su insatisfacción con atención al cliente, el 8% por los beneficios añadidos de la nueva oferta (seguros u otros), el 7,6% buscaba beneficiarse de una oferta conjunta de gas y electricidad y el 5% por un cambio de residencia.
Si hablamos de los motivos para contratar otro suministrador de gas natural, también destacan el abaratamiento de la factura (77,7%), los beneficios de una oferta conjunta de gas y luz (17,9%), la insatisfacción de atención al cliente (9,2%), la búsqueda de una tarifa con características distintas (7,9%) y las ventajas añadidas (7,4%).
En el caso de los clientes de compañía eléctrica, el cambio creció casi cinco puntos porcentuales en dos años, lo que supone un aumento relativo del 51%. Si nos fijamos en los cambios de compañía de gas, el crecimiento relativo respecto de 2020 ha sido del 61%. Según la propia CNMC, es importante destacar que estos resultados coinciden con la situación de precios excepcionalmente altos de los servicios energéticos.
La encuesta de esta oleada se llevó a cabo en el cuarto trimestre de 2022 e incluyó a 5.350 hogares y 9.149 individuos.
Facilidad para hacer el cambio
Un tercio (33%) de los hogares consideró el procedimiento para realizar su último cambio de operador eléctrico "muy fácil". Hablamos sin embargo de un porcentaje inferior al de hace 2022 (un 38,5%).
Un 29,5% encontraron el traslado "bastante fácil" y un 24,6% "fácil", por contra el 9% lo vio "difícil" y el 3,3% "muy difícil". En el caso de los que se toparon con complejidades, también se trata de porcentajes considerablemente superiores a los que se veían dos años antes, cuando un 4,1% de los hogares lo encontraban difícil y solo un 1,1% muy difícil.
En el caso de las tarifas de gas, a un 36,2% de los clientes les resultó "muy fácil" hacer el cambio, al 27,5% "bastante fácil" y al 20,6% "fácil". El 11,6% y el 3,5% lo encontraron "difícil" y "muy difícil", respectivamente. También se trata de porcentajes superiores a los de 2020.