La empresa Íber Sostenibilidad y Desarrollo-Ibersyd invertirá 2,5 millones de euros en el Centro Europeo de Reciclaje Fotovoltaico (CERFO) en Albalate del Arzobispo, en Teruel, que estará en funcionamiento en 2025 con el fin de reciclar los paneles solares una vez alcanzado el final de su vida útil.
Este centro de reciclaje permitirá aprovechar y reutilizar los diferentes materiales de las placas fotovoltaicas, ya que con el sistema empleado se alcanza un 87% de grado de conversión.
Las instalaciones estarán situadas en una parcela de más de 6.000 metros cuadrados, situada en el polígono San Cristóbal de la localidad turolense. El centro tendrá una capacidad de tratar 1.060 toneladas anuales de residuo fotovoltaico, lo que supone el reciclaje de 47.250 paneles al año que ya hayan llegado al final de su vida útil, se estropeen o se tengan que sustituir. Tan solo en España se estima que habrá 22.000 toneladas de residuo fotovoltaico cada año desde 2027.
La previsión es que en 2023 se puedan obtener todas las autorizaciones necesarias para comenzar a construir las instalaciones en 2024 y estar operativa en 2025.
Con esta actividad, CERFO generará 15 empleos directos distribuidos en tres turnos de trabajo, durante los que se acometerá esa transformación de las placas fotovoltaicas en materiales de alto valor para la industria. Además, el proyecto, declarado de interés autonómico en Consejo de Gobierno, será escalable, de manera que se podrá atender la demanda creciente como consecuencia de la instalación de proyectos fotovoltaicos.
Esta será la primera planta en España y en Europa centrada en el reciclaje de las placas fotovoltaicas, trabajando con todos los materiales que las integran. En la actualidad, no hay ninguna planta en el territorio nacional con estas características, mientras que sí se están impulsando dos en Europa: una con capacidad para trabajar el silicio y otra para el reciclaje de vidrio, aluminio y cobre.
A diferencia de estas instalaciones, en CERFO se trabajará en la reutilización de todos los componentes de los paneles fotovoltaicos. En concreto, con el proceso desarrollado, se recupera sobre todo vidrio solar, que podrá ser empleado por otras empresas, así como el aluminio que tendrá utilidad para ventanas u otros utensilios.
Además, se permitirá reutilizar el cobre para emplearlo para conexiones, así como el silicio, que tendrá por destino la industria para su uso en procesos productivos. En el caso de la plata, aunque es más residual en comparación con otros materiales, existe un importante valor del material por sí, pudiendo emplearlo para otros productos.
En esta metodología se ha trabajado en colaboración con la Fundación CIRCE. Además, la investigación se enmarca en el proyecto Si-Recycle, que ha recibido una subvención para la innovación industrial por parte del Departamento de Economía del Gobierno de Aragón.