
La Comisión Europea y la Alianza Atlántica arrancan el año con el claro mensaje de reforzar su colaboración. Una intención que se ha plasmado este miércoles con el anuncio de un grupo de trabajo conjunto para garantizar la resiliencia de las infraestructuras críticas, principalmente centrado en infraestructuras energéticas, de transporte, digitales y espaciales.
Ha sido en rueda de prensa que lo ha anunciado esta mañana la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. "Hemos visto el sabotaje de Nord Stream, lo que ha demostrado que debemos estar listos y que debemos confrontar este nuevo tipo de amenazas", ha justificado la jefa del Ejecutivo comunitario el lanzamiento de este grupo de trabajo conjunto formado por expertos de la UE y la OTAN.
Tal unidad de trabajo se centrará en identificar "desafíos clave para nuestras infraestructuras críticas" así como "vulnerabilidades estratégicas" y desarrollar mecanismos para mejorar la resiliencia y proponer acciones, según ha adelantado la alemana. Una información que se compartirá entre los países de la UE y los miembros de la Alianza Atlántica para prevenir posibles riesgos.
También el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se ha pronunciado al respecto y ha apuntado que la resiliencia de las infraestructuras críticas es una parte esencial de los "esfuerzos conjuntos" para conseguir tales infraestructuras, así como la tecnología y las cadenas de suministro sean más resilientes ante potenciales desafíos y mitigar "vulnerabilidades potenciales".
Todo ello, teniendo en cuenta la estrategia de Vladimir Putin de hacer de la energía un arma de guerra, ha agregado Stoltenberg, que ha suscrito que este anuncio es un paso para aumentar la seguridad.
La Unión Europea trata de asegurar de la mano de la Alianza Atlántica sus infraestructuras críticas. Ya el pasado noviembre Suecia confirmó lo que era sospecha de todos, que las fugas y las bajadas de presión en los gasoductos Nord Stream, que conectan Moscú con Alemania, se debieron a un sabotaje. Y es que los investigadores encontraran restos de explosivos para realizar las detonaciones. Aunque es cierto que se desconoce la autoría del ataque, las principales sospechas apuntan a Rusia.
También en el conflicto con Ucrania, el Kremlin se ha servido de ataques a infraestructuras críticas para reforzar su ofensiva. Ya no solo se trata de la ocupación que las fuerzas militares rusas hicieron de centrales nucleares en los últimos meses, sino también de los ataques a las infraestructuras críticas, como luz y también agua. De hecho, los ataques a infraestructuras energéticas han dejado sin electricidad a parte del país.
En este marco, ayer mismo, la Comisión Europea, el Consejo de la UE y la OTAN firmaron una declaración conjunta para escalar la colaboración entre las instituciones europeas y la Alianza Atlántica. Un acuerdo que supone toda una declaración de intenciones en términos del acercamiento entre la UE y la OTAN, transcurrido casi un año después de la invasión rusa de Ucrania.
Al amparo del pacto suscrito por la presidenta de la Comisión Europea, el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, y el secretario general de la OTAN, los tres organismos se han comprometido a continuar apoyando a Ucrania y a reforzar la colaboración estratégica para la seguridad y la estabilidad euroatlántica.