
El gigante noruego de las renovables Statkraft, cuya filial española precisamente tiene su sede en Valencia, quiere incluir comunidades energéticas locales en sus proyectos en la Comunidad Valenciana. La compañía energética, que tramita desde finales de 2019 cuatro proyectos de plantas fotovoltaicas con 300 millones de euros de inversión prevista en la región, lanza así un guiño a la Generalitat Valenciana y a los ayuntamientos con presencia de Compromís y Podemos, que abogan por ese modelo frente a las macroplantas.
El director general de Statkraft para España y Portugal, José Miguel Ferrer, aseguró esta mañana que su planes en la región pasan por llegar a acuerdos con todos los implicados y que en esa línea se plantean que sus grandes plantas incluyan a comunidades energéticas locales, ya sea mediante una participación en las mismas o con contratos de suministro directos.
Aunque los proyectos son de tramitación estatal al contar con una potencia instalada de más de 50 MW cada uno, el promotor que ya cuenta con cerca de 500 MW de renovables conectados en España, el promotor es consciente de los recelos que respetan la grandes instalaciones fotovoltaicas en determinadas zonas y también por parte de partidos de izquierdas, como Compromís y Unidas Podemos que actualmente forman parte del Gobierno regional.
Por ello, Ferrer aseguró que están trabajando con las administraciones locales en tres aspectos fundamentales para mejorar sus proyectos en la tramitación: "las comunidades energéticas, la compatibilización de la actividad con la agricultura y su uso futuro para hidrógeno". En este último caso, debido a que su proyecto en Castellón pretende ofrecer una alternativa al gas de la industria cerámica de esa zona.
Según explicó Ferrer, las 4 plantas fotovoltaicas con casi 500 MW previstas en Alicante, Castellón y Valencia ya están diseñadas para que puedan contar con baterías de almacenamiento, aunque esa inversión no está incluida. Además en el caso de la instalación de Alicante el diseño contempla que se pueda ampliar para albergar también aerogeneradores. Ferrer también señaló que el grupo noruego ya está presente en el hidrógeno y su intención es también entrar en esa actividad en España más allá del suministro de la electricidad renovable, incluso con la producción mediante electrolizadores.
Los cuatro proyectos en tramitación han superado la fase de información pública y según la compañía podrían estar operativos en 2025, aunque aún deben superar trámites fundamentales. La empresa, que hoy inaugura su nueva sede central en Valencia, estima que su construcción generaría 2.000 empleos.
Las plantas
El proyecto Arada Solar, ubicado entre los municipios castellonenses de La Vall d´Uixó, Xilxes y Moncofa, prevé contar con una capacidad de 155 MW y generará energía limpia equivalente al consumo de más de 95.000 hogares en un año. Su construcción y actividad creará hasta 300 empleos y supondrá una inversión de cerca de 100 millones de euros, de los cuales 4 millones de euros corresponden al pago de impuestos locales previos a su funcionamiento, a los que se añadirán entre 400.000 y 500.000 euros al año durante la fase de operación.
En el caso de Los Hierros y Los Predios, en los municipios valencianos de Alborache y Turís, la compañía estima la creación de hasta 400 puestos de trabajo en el pico más alto de la fase de construcción, así como un impulso a la economía local gracias a la inversión directa e indirecta en empresas de la zona. Las instalaciones, con una potencia instalada de 79 MW cada una, suministrarán a la red energía limpia equivalente al consumo de más de 102.000 hogares cada año. Contarán con una inversión de 105 millones de euros, reportando 7 millones de euros de ingresos para los municipios en concepto de impuestos antes de la construcción de la planta, y entre 200.000 y 400.000 euros al año durante su funcionamiento.
Por su parte, Tendetes, entre los municipios de Villena, Biar e Ibi en Alicante, prevé una potencia instalada de 165 MW, podría generar hasta 500 puestos de trabajo en el momento pico de construcción y supondría una inversión de unos 112 millones de euros.