Energía

"Tiene que haber un plan de país para las infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos"

  • Elena Bernárdez, directora general de Endesa X Way, defiende la colaboración público privada y la simplificación de la burocracia para incrementar las infraestructuras actuales

Elena Bernárdez es la directora general de Endesa X Way, la apuesta de la compañía eléctrica por la movilidad. Conoce bien el sector después de 26 años en Endesa y más de una década plenamente dedicada al desarrollo de infraestructuras para el coche eléctrico. Si en los inicios se miraba al futuro a largo plazo, las nuevas regulaciones y los plazos impuestos han determinado que el futuro es ahora. Y en este contexto, prácticamente uno de cada cuatro puntos de recarga en España es de Endesa X Way.

¿Cuál es el despliegue actual de Endesa X Way en infraestructuras de recarga?

El despliegue actual de Endesa es de aproximadamente 4.000 puntos de recarga en toda la geografía española. Y es importante destacar que lo que nos diferencia de otros operadores es que estamos en todas las provincias de España. Fue una decisión que se tomó en 2 018 con el objeto de democratizar y ayudar a que todo el mundo tuviera acceso al vehículo eléctrico. Se invirtió en todas las provincias, no sólo en aquellas que en las que en principio se pudiera pensar que se iban a vender más coches. Uno de los acuerdos a los que más cariño le tenemos es al que existe con los pueblos más bonitos de España, en los que también ponemos infraestructura. Se está haciendo en pueblos ya no con menos de 5.000 habitantes, sino también con menos de 400. La capilaridad es una de las características del despliegue. Otra puede ser que invertimos en todas las ubicaciones en las que el coche puede ser cargado. El coche está el 85% del tiempo aparcado. Pero tenemos en la cabeza que sólo podemos repostar en las estaciones de servicio. Cuando tienes un vehículo eléctrico lo puedes cargar en tu garaje, en el de la oficina, en el del centro comercial, el de un restaurante o el del cine. El despliegue no sólo está destinado a las estaciones de servicio, que también, sino a poder cargar en cualquier sitio.

¿Cómo han concretado esa visión de tener presencia en nuevos emplazamientos de recarga?

Nos ha llevado a tener infraestructura en hoteles, en restaurantes, en centros comerciales, en parkings de acceso público, hospitales, y también en estaciones de servicio. En cada una se adapta la tecnología a los usos. En estaciones de servicio estamos en potencia en corriente continua, por encima de 50 kilovatios y hasta 350. Es decir, carga en minutos. En los puntos donde se está estacionado más tiempo tenemos hasta 22 kilovatios en alterna. Aproximadamente podemos estar hablando de que el 45% de la red es continua y el 55 alterna. Lo hemos concebido así desde el principio. En el último año y medio nos hemos centrado mucho en poner infraestructura de alta potencia, HPC, que son carga ultra rápida, con potencias por encima de 150 kilovatios. Se ha multiplicado por cuatro esta tecnología en la red.

Inversiones

¿A cuánto han ascendido las inversiones realizadas y cuál es la previsión de futuro?

Cada año hemos presentado un plan más ambicioso que el anterior. El primero contemplaba inversiones de 65 millones. Las cifras las concretaremos cuando presentemos el plan estratégico. No vamos a escatimar esfuerzos para invertir en infraestructuras, pero siempre que tenga sentido. Si nosotros invertimos cada vez más rápido pero no se pueden conectar por problemas burocráticos se nos queda inversión no productiva.

Hay una queja unánime en el sector por la lentitud de los trámites administrativos.

Nos gustaría ir más rápido de lo que vamos. Se ha avanzado en este sentido con la nueva legislación que contempla la declaración responsable para instalaciones en baja potencia, que es realmente acertada. Antes de esta declaración se aceptaba en el 20% del territorio pero no había un marco genérico y común. Ahora se acepta ya en el 85% de los territorios, pero aún queda un 15% de ayuntamientos en los que siguen exigiendo licencia previa de obras. No se aplica esa ley a las empresas distribuidoras. Hay un amplísimo número de infraestructuras de recarga ya preparadas pero que no están energizadas porque las obras no acaban. Les preguntas a las empresas y te dicen que están esperando permisos. En media tensión es aún más complejo porque nos encontramos comunidades autónomas que antes de empezar la obra te tienen que autorizar un centro de seccionamiento, lo que conlleva entre tres y seis meses de espera. Después tienen que autorizar la obra, el centro de transformación y la puesta en marcha. En cualquier comunidad te vas para llegar al final a entre un año y medio y dos años. En el mejor caso que tenemos después de instalar casi 4.000 puntos de recarga se fue a un año. Necesitamos acortar los plazos, porque aunque las empresas queramos ir más rápido no podemos. Y luego hay cuestiones como la obligación de elevar a públicos los acuerdos entre privados que hacen que algunos interesados desistan.

¿No se venden más coches eléctricos porque no hay una infraestructura de recarga suficientemente amplia, o no hay más puntos de recarga porque no se venden más coches eléctricos?

Creo que poner la responsabilidad de que no se vendan coches en las infraestructuras es una ligereza. Hay barreras para los vehículos y uno es el precio, ya que no está en paridad con los de combustión. Las ayudas son difíciles de recibir y a veces tardan años. Tienen que pagar impuestos por ellas. No hay exenciones fiscales a la compra de vehículos. La infraestructura es otra de las barreras posibles, sí. Pero ocurre que la gente quiere la infraestructura porque necesita seguridad. Que si lo necesita va a poder cargar. Eso va vinculado al rango de autonomía que ofrecen los vehículos. La ansiedad por la autonomía está estudiada, ya que se sabe que el usuario está todo el tiempo pendiente de saber dónde carga su coche. Pero no lo necesita. Una persona media hace entre 30 y 50 kilómetros al día. ¿Qué coche no ofrece más de 200? Si tienes capacidad de poder cargar en casa o cada tres días en un punto de acceso público tienes cubierto la necesidad de carga. Pero es una nueva forma de usar el vehículo, y el usuario necesita tranquilidad. Nos falta calmar esta ansiedad. Hace falta más infraestructura, y ayudará a que más personas se decidan a comprar el eléctrico. Pero analizando objetivamente, esa infraestructura no va a ser utilizada ardientemente a todas horas. Cada vez se cargará de manera más racional.

Poner la responsabilidad de que no se vendan coches eléctricos en la infraestructura es una ligereza. Hay muchos más factores

¿También ayudaría la interoperabilidad de sistemas y aplicaciones, y que se pudiera pagar con la tarjeta de crédito la recarga?

Sería bueno. La duda es si seremos capaces de hacerlo tan rápido como va el mercado. Hay otro factor importante para que todos los puntos de recarga tengan los elementos de pago pasados y futuros, y es que se requiere un gasto que no es menor para actualizar los ya instalados.

¿Es rentable el coche eléctrico en cuanto al precio de un repostaje?

Siempre lo ha sido y lo sigue siendo. Infinitamente más rentable. Si nos vamos a tarifas de infraestructuras de acceso público, en Endesa las hemos mantenido durante este año y subido solo la HPC que es sólo un 5% de la red, y está en niveles de la gasolina de hace dos años. Es muy rentable aun siendo de acceso público.

¿Aumentarán los precios de la carga conforme aumente el parque, por un principio básico de oferta y demanda?

Como en todos los mercados que son libres, la evolución la marcará el mercado eléctrico. Endesa X Way está intentando no trasladar todos los vaivenes del mercado al usuario final.

Energía verde

Un argumento sólido de compra de un vehículo eléctrico es la conciencia ecológica. ¿Hay garantías de que se recarga con energía verde?

En Endesa X Way sí. En la de tu vivienda puedes contratar una tarifa con certificado de energía renovable. En estaciones de servicio son puntos de suministro que se abastecen de renovables.

¿Están sufriendo robos en los puntos de recarga a raíz del encarecimiento de las materias primas?

Estamos teniendo en los últimos meses más vandalismo en algunas zonas de España. Es preocupante no por lo que supone económicamente sino porque la gente está cortando cables de alta potencia, porque es cobre. Hablamos de elementos energizados, que tienen sus medidas de seguridad. De momento no ha pasado nada, pero algún día podemos tener un problema.

"En la red de carreteras habrá más puntos de recarga que estaciones de servicio actuales"

La Comisión Europea obliga a que en 2030 haya puntos de carga rápida cada 60 kilómetros en la red principal de carreteras. ¿Será suficiente con hibridar las estaciones de servicio?

Hay 12.000 estaciones de servicio en España. El mercado pondrá puntos de recarga allí, pero también en vías de servicio, restaurantes, hoteles. Se van a multiplicar. Es un tema de cómo evoluciona el mercado y habrá más puntos de recarga que estaciones de servicio actuales.

Tanto en este sentido como en la obligatoriedad de puntos de recarga en aparcamientos de acceso público marcada por normativa española para el 1 de enero de 2023 la percepción es que España va muy retrasada. ¿Es acertada esa percepción?

La regulación ha intentado incentivar la instalación de puntos de recarga en aparcamientos de acceso público y es una buena medida. Pero podríamos haber sido menos agresivos en los plazos. El 1 de enero de 2023 es pasado mañana, aunque también es cierto que la gente se podría haber puesto a trabajar antes. También se han puesto reglas como la de 1/40 (un punto de recarga por cuarenta plazas de aparcamiento) que es muy difícil de cumplir en un aparcamiento por ejemplo de 2.000 plazas, porque se tiene que instalar mucha infraestructura que no se va a utilizar porque no hay demanda y obliga a sobreinvertir. Son inversiones millonarias para dar un servicio a clientes que aún no tenemos. No vamos tan rápido como hubiéramos querido, pero la regulación podría haber sido menos agresiva en los plazos y se podría haber acordado algo más con el sector al que obliga. Dicho esto, hay muchos clientes que están poniendo infraestructura, que no están llegando a los límites de 1 de enero aunque tienen proyectos encima de la mesa con mucho interés. Aunque no se llegue al volumen previsto por la regulación sí es que es cierto que está levantando inquietud y está moviendo el mercado. Tiene un punto positivo. Pero tiene que ir acompañada de ayudas flexibles, rápidas y aún estamos en procesos lentos.

Retraso y alianzas

¿Vamos tan mal como se dice respecto a nuestros vecinos europeos?

Vamos más retrasados que la media europea, pero no diría que muy mal. Hay países con un 15 o hasta un 20% de cuota de mercado, y aquí estamos en un 9%. Pero la venta de vehículos ha descendido un 50%. Se llegaron a vender 1.6 millones de vehículos en 2018 y ahora estamos en 850.000. Estamos en cuotas de venta de vehículos bajas, y en infraestructuras vamos más lentos de lo que nos gustaría.

¿Está funcionando la colaboración público-privada?

Estás funcionando. Sin colaboración público privada estos proyectos no salen. Ecity Sevilla es un ejemplo de ello, de voluntad de empresas y administraciones para alcanzar un bien común. La administración tiene unas capacidades que la empresa no alcanza, y viceversa. Hay que ser generoso y buscar el bien común. Es un cambio de mentalidad de la sociedad.

¿A quién corresponde la responsabilidad de las infraestructuras en zonas donde pueden no ser rentables? ¿Se ha dejado el peso a la iniciativa privada?

Lo que quieren algunos operadores es poner la responsabilidad sobre las empresas privadas. Pero tiene que haber un plan de país aceptado por el Gobierno, que defina la dimensión de ese despliegue de infraestructuras y después abrir mecanismos de licitación para que los privados concursen. Tiene que ser un plan de país consensuado al que concurran las empresas interesadas.

El sector se está moviendo en cuanto a alianzas entre empresas

La cuestión es especialmente sensible en las zonas menos pobladas, en la España vaciada.

Endesa ha propuesto a la administración que en zonas donde la pública concurrencia no quiera asistir a esas inversiones porque no lo consideran rentable o por la razón que sea, que sea la empresa distribuidora de último recurso quien haga esas inversiones y ponga el activo a disposición de quien quiera operarlo, y que esa inversión se incorpore en la tarifa regulada. Entendemos que hay situaciones en las que la iniciativa privada no llegue. La hemos planteado y nos consta que la han escuchado. Con la reflexión que hay en la Unión Europea en estos momentos seguramente vayamos a un modelo con un plan de país con participación privada.

¿Como están funcionando alianzas entre empresas?

Yo diría que bien. Tenemos partners necesarios para hacer esto posible. Una empresa por sí misma no puede hacer un cambio de mercado. Tenemos aliados importantes tanto en estaciones de servicio como en restauración y hoteles, con la que estamos trabajando porque ellos apuestan por la movilidad eléctrica y nosotros se la facilitamos. Hay intereses comunes.

¿Y alianzas entre los grandes de la distribución de combustibles y las eléctricas?

El sector se está moviendo al respecto.

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