
El sector energético tienen claro el atractivo único de las costas españolas para el desarrollo de la eólica marina. Al menos 9,5 GW de potencia buscan obtener los permisos para su desarrollo, a la espera de la normativa que permite la concesión de espacio marítimo para desarrollar parques comerciales. El Gobierno aprobará la norma previsiblemente este otoño, tras más de seis meses de retraso, para poder lanzar la primera subasta de polígonos para instalaciones flotantes a principios de 2023.
Al menos 14 firmas están en la parrilla de salida para la carrera de la eólica marina nacional, con Cobra, Bluefloat junto a Sener e Iberdrola en las primeras posiciones. Los tres grupos abarcan el 80% de los 9,5 GW en tramitación. Hablamos de una inversión conjunta 23.700 millones a precios actuales, que podría reducirse con la disminución de los costes de esta tecnología de cara a próximos años, cuando estos parques vean la luz.
Destaca Cobra, ahora de Vinci, que dispone actualmente de 3.235 MW offshore en tramitación ambiental en las cuatro comunidades autónomas clave. A precios del mercado actuales, supondría una inversión de más de 8.000 millones.
En Cataluña, la antigua filial de ACS impulsa el parque Catwin, con un total de 1.200 megavatios, frente a la costa de la provincia de Girona. Se trata de una de las mayores instalaciones presentadas al Ministerio de Transición Ecológica y la más grande del grupo. En Galicia proyecta su segundo parque de mayor potencia: Galwind, de 1.000 MW. En Canarias desarrolla cuatro proyectos de unos 50 MW cada uno (Alisio, Cabildo, Sahariano y Colombino) y en Andalucía uno (AlWind) de 300 MW, ubicado en la costa almirense.
En estas cuatro comunidades también ha puesto el ojo la alianza de Sener y Bluefloat: tiene 2.725 MW en busca de permisos, equivalentes a una inversión superior a 6.800 millones. El mayor proyecto, Nordés, de 1.200 MW, se tramita para su construcción en Galicia (en las aguas localizadas entre Cedeira y Cariño). En Cataluña ha lanzado el parque Tramuntana, que alcanzará los 1.000 MW tras una segunda fase. En las costas andaluzas proyecta el parque Mar de Ágata de 300 MW y en las aguas canarias el Tarahal de 225 MW.
En el caso de Iberdrola hablamos de un total de 1.718 MW presentados para las costas españolas, es decir, una inversión aproximada de 4.300 millones. La compañía dirigida por Ignacio Galán impulsa dos proyectos en Galicia con una potencia conjunta de 980 MW (San Brandan y San Cibrao, cada uno de 490 MW). En Cataluña (concretamente en la provincia de Girona) instalará 500 MW para el parque de Gavina y en Canarias 238 MW para San Borondón, frente a la localidad de Agüimes.
También compiten en esta carrera offshore Naturgy y Equinor, que a través de una alianza han presentados 450 MW; Capital Energy, con 304 MW; Greenalia, con 25 MW; Ocean Winds, la joint venture de EDP y Engie, que proyecta 194 MW; EnerOcean con 180MW; Saitec, con 95 MW; y Green Stone Renewable, con 50 MW. A ellos se han sumado recientemente Acciona, con 210 MW presentados en los últimos meses para desarrollar en Canarias, y Abei Energy, con 50 MW también proyectados en las islas.
Objetivos y alianzas
Los objetivos establecidos de España para 2030 evidencian un atraso con respecto al resto de Europa. La hoja de ruta nacional marca la meta de desarrollar entre 1 y 3 GW, frente a los 50 GW de Reino Unido, los 20 GW de Alemania, los casi 13 GW de Dinamarca o los 11 GW de Países Bajos.
Y es que a los ya comentados, habría que sumar también los pequeños parques que se tramitan a través de otras vías y los proyectos anunciados que se comenzarán a desarrollar próximamente. En este último punto entrarían, por ejemplo, el parque con capacidad de entre 500 y 1.000 MW que pretende desarrollar Repsol con Orsted, y los 2.000 MW que pretende promover en la Península Ibérica IberBlue Wind, la alianza de la irlandesa Simply Blue Group y las españolas Proe Consultores (Grupo Amper) y FF New Energy Ventures.
En este contexto se han formado numerosas alianzas empresariales para el desarrollo de la eólica offshore, como las de Capital Energy y Shell, Acciona y SSE, Repsol y Orsted, Sener y Bluefloat, EDPR y Engie o la reciente de Corio y Q-Energy.