Alemania y Canadá comienzan a darle aire a un proyecto de 2.000 millones de inversión para convertir la planta de regasificación de Repsol, Saint John LNG, en una terminal clave para exportar gas hacia Europa y facilitar una reducción más rápida de la dependencia del gas de Rusia.
Ambos países han mantenido ya varias reuniones para tratar de impulsar esta nueva vía de suministro y los ojos están puestos en infraestructuras ya existentes como la planta de la española.
Alemania está acelerando la construcción de dos plantas de regasificación en el país, pero necesitará garantizarse el suministro para las mismas en los próximos años.
El ministro de Medio Ambiente canadiense, Steve Guilbeaut, ha asegurado en una entrevista con Reuters que "Repsol es probablemente el proyecto que más rápido podría desplegarse porque requiere un mínimo de permisos: ya hay una instalación existente y un gasoducto que está ahí mismo". De este modo, Guilbeault, muestra una clara apuesta del Ejecutivo canadiense por la infraestructura de la española frente a la planta de Goldboro LNG, propuesta por Pieridae.
Según fuentes consultadas por este diario, en una primera fase podría vislumbrarse un proyecto con capacidad de suministrar dos millones de toneladas de GNL por año (3,2 billones de metros cúbicos de gas, equivalentes al 10% del consumo de España o el 4% del consumo de Alemania) y la capacidad se podría ampliar, posteriormente, hasta los 8 bcm (22% de consumo de España, 9% de Alemania).
La clave ahora estaría en poder desarrollar el proyecto de modo que fuese lo más económico posible el coste del transporte del gas del oeste al este del país para su licuefacción y posterior exportación. Así como que la petrolera española pudiera lograr un compromiso a largo plazo de los potenciales compradores en Alemania. Estas instalaciones tienen un largo periodo de amortización y requieren compromisos firmes de demanda.
La petrolera, que ya consiguió una licencia para exportar gas desde Canadá durante diez años
Repsol, que ya estudió esta posibilidad en 2015, mantiene desde el pasado mes de mayo conversaciones con el Gobierno canadiense para poner en juego este proyecto que ahora cuenta también con el apoyo del Gobierno alemán.
La petrolera, que ya consiguió una licencia para exportar gas desde Canadá durante diez años, podría llegar a enviar hasta Europa una cantidad cercana a los 8 bcm anuales, lo que equivale a cerca del 22% del gas que consume España y el 8% del consumo de Alemania. Según el borrador del proyecto inicial de la petrolera, la compañía tendría que encontrar un proveedor, probablemente en Pensilvania o Alberta, y luego ampliar la red de gasoductos existente.
Repsol, no obstante, cuenta ya con importantes yacimientos en la zona que podrían facilitar el acceso a gas natural, como por ejemplo Greater Edson o Duvernay en Alberta. En el año 2021, la petrolera logró 51 billones de pies cúbicos de gas en Canadá, aproximadamente el 7% de su producción total de ese combustible.