Sacyr ha vendido su participación del 2,9% en Repsol, con lo que ha salido del capital de la petrolera, según ha informado este lunes la compañía de concesiones, ingeniería e infraestructuras a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La constructora llegó a ser el principal accionista de la petrolera, cuando alcanzó el 20% del capital, en 2006, en los años de poderío del ladrillo.
La andadura de Sacyr en Repsol formará parte de la historia empresarial de España. La entrada de la constructora en 2006 resume a la perfección el peso y la importancia que llegó a alcanzar el ladrillo en España, y su ocaso con la crisis de 2008 propiciada por el pinchazo inmobiliario.
Sacyr, entonces presidido por Luis del Rivero, entró en Repsol en dos fases hasta alcanzar el 20% y convertirse en el principal accionista de la compañía. El empresario murciano se sentó en el Consejo de la energética como vicepresidente. La inversión estuvo a punto de alcanzar los 6.000 millones de euros y, gran parte del desembolso se realizó gracias al apoyo de la banca, con un crédito de 5.000 millones.
La irrupción de la crisis rompió el idilio de la constructora y la petrolera. La relación se convirtió en una casi pesadilla cuando Sacyr estuvo a punto de quebrar. El hundimiento de la cotización de Repsol y el enorme préstamo asociado a la participación de la petrolera casi termina con la compañía. In extremis, Sacyr tuvo que vender el 10% a la propia Repsol para salvarse en 2011.
Desde entonces, Sacyr no ha parado de reducir su posición en Repsol. En el último Plan Estratégico, la salida de la petrolera era uno de sus principales objetivos para mejorar la visibilidad del balance y la previsibilidad de la cuenta de resultados de la compañía.
Esta operación, ha explicado Sacyr, ha sido posible gracias al aumento del precio de los títulos de Repsol en las últimas sesiones, lo que ha permitido compensar el coste de la liquidación de los derivados de opciones de venta (PUT) que actuaban como cobertura de la participación. Actualmente, Repsol cotiza por encima de 15 euros, superando los niveles precovid.
La última participación deja 58 millones en caja
La venta del 2,9% reduce la deuda asociada a dichas acciones en 563 millones y deja a Sacyr un saldo positivo de caja de 58 millones de euros, que se destinarán a reducir deuda con recurso y a atender su plan de inversiones en concesiones.
Sacyr ha recordado que, gracias a este plan, reforzará su perfil concesional, que ahora aporta el 83% del resultado bruto de explotación (Ebitda); reducirá la deuda con recurso, a lo que contribuye también esta operación), y aumentará la retribución al accionista.
"Una vez cerrada la salida de Repsol, Sacyr se centrará aún con más fuerza y determinación en el cumplimiento del resto de objetivos de su plan estratégico y en su consolidación como un desarrollador y operador de concesiones líder a nivel global", ha asegurado la compañía.