El 30 de junio finaliza el plazo para que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) rescate con 249 millones de euros o deje caer a Abengoa. Una decisión que toma el Consejo Gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de Sepi, pero que en última instancia pasa por Consejo de Ministros. Lo que añade un factor de oportunidad política a los criterios técnicos y financieros en torno a la operación. Más aún con las elecciones andaluzas ya lanzadas para votar el 19J. El deseo del Gobierno de cerrar el rescate antes de los comicios es evidente. La ministra de Industria Reyes Maroto ha vuelto a poner el tema sobre la mesa al recordar que ya estuvo a punto de rescatar a la multinacional en 2020, "pero no fue posible en ese momento porque la Junta se quedó de perfil (...) Si hoy estamos hablando de si la Sepi necesita salvar a Abengoa quiero pensar por qué no tuvimos el apoyo de la Junta, por qué estamos ahora todavía en una situación de incertidumbre de los trabajadores y las familias de Abengoa, que viven una situación preocupante".
Se trata de evitar la mayor quiebra de la historia de España, con más de 5.000 trabajadores y miles de accionistas afectados. Liderar la solución sería un tanto considerable en términos políticos. Más en plena campaña. Pero con riesgo, si luego no se devuelven los préstamos y el dinero se pierde. Tener todos los informes técnicos sobre la viabilidad de la operación es complicado. Y el tiempo corre.
En septiembre de 2020 los anteriores gestores de Abengoa presentaron un plan de reestructuración de la deuda (que en 2019 era de más de 4.500 millones de euros) a acreedores, pool de bancos, Sepi y Junta. En una operación en la que se pedían 249 millones al Estado, avales por 300 millones e importantes quitas a los acreedores, el papel de la Junta quedaba reducido a poner 20 millones. Sin embargo, el Ejecutivo autonómico argumentó que no tenía mecanismos legales para aportar dinero a empresas en crisis, y agitó el fantasma de los Ere. Así que no entró. Y el Gobierno, finalmente, tampoco se movió.

Ahora, casi año y medio después y con el reloj corriendo en contra, de nuevo las urgencias políticas se cruzan en el camino de Abengoa, y el Ejecutivo central se ve otra vez en la necesidad tomar una decisión con prisas, para salvar la empresa antes de que el 30 de junio expiren los plazos de los instrumentos de deuda vigentes. Hay otro plazo a considerar. El que ha puesto el fondo estadounidense Terramar para entrar con 200 millones. El fondo mantendrá su oferta hasta el 15 de junio (siempre que la Sepi ponga su parte). A cuatro días de los comicios andaluces.
En el entorno de la compañía se ve difícil que se cierre el rescate antes del 19J por la dificultad de poner de acuerdo a distintas partes y acreedores.
Complejidad jurídica
Es además una operación compleja jurídicamente. En realidad Sepi no rescataría a Abengoa, sociedad matriz. Ni siquiera, tal y como se solicitó inicialmente, a Abenwco1, filial que posee actualmente la mayor parte de los activos de la compañía. El rescate sería para seis filiales operativas de Abenewco1.
La semana pasada Abenewco1 informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de que ha enviado a la Sepi todas las aclaraciones pertinentes para esta operación, y confirmó al organismo que tiene una oferta firme de Terramar, con 200 millones de euros para hacerse con el 70% de Abenewco1.
Hay, por otra parte, querellas contra anteriores gestores por intentos de reestructuración acometidos durante la última década que añaden otro factor de dificultad.
El fondo americano Terramar mantiene su oferta por el 70% de Abenewco1 hasta el día 15
Y el presidente de Abengoa, Clemente Fernández, apostaba recientemente en unas declaraciones a Canal Sur por mantener la españolidad de la compañía, con lo que rechaza la opción de la entrada del fondo inversor estadounidense Terramar y la operación de Abenewco1. Como alternativa plantea una ampliación de capital de 50 millones a la que iría el consejo de administración actual. Con ese dinero, una facturación anual por encima de los 1.000 millones de euros y un ebitda de más de 100 millones de euros, el presidente asegura que la compañía es perfectamente viable y que en un plan de negocio de siete años podría tener devuelto todo el dinero público en el cuarto.
Por el contrario, Abenewco1 apuesta por un plan sustentado en los 200 millones de Terramar, el rescate de Sepi de 249, y 300 más en avales, tal y como informó a la CNMV. El plan contempla separar su estructura de la matriz con cambios en la estructura de capital. Un complejo puzle que tendría que armarse completo: no se podrá finalizar la operación si no se completan todas las partes.
La premisa es la financiación por parte de la Sepi por 249 millones con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas. Entonces entraría Terramar. El plan contempla entonces la obtención de una nueva línea de avales New Bonding por un importe máximo de 300 millones, junto con la renovación y extensión de las dos líneas de avales New Bonding existentes, para cubrir las necesidades de negocio del grupo hasta 2027.
Abengoa Shares contra Terramar
La operación de Abenewco1 contempla cambios en la estructura de capital mediante la conversión en capital de determinados instrumentos de deuda. Los acreedores pasarían a ser titulares , directa o indirectamente, del capital de las sociedades emisoras, Abenewco1 (en la que Terramar tendría un 70%), Abenewco2 bis y Abenewco2. Y la sociedad matriz Abengoa SA quedaría totalmente desvinculada de Abenewco1. La dirección de la matriz Abengoa, controlada por los pequeños accionistas sindicados en AbenogoaShares, se opone a este plan, que entienden que les perjudica. Abenwco1 plantea que no se trata de elegir entre dos planes, sino que "este es el único plan que hay".
Aplazamiento de pagos
Abengoa consiguió el lunes a las 20,30 horas salvar otro escollo mientas espera el rescate, y ha logrado aplazar hasta noviembre pagos comprometidos en un rescate fallido de 2020, conocido como Vellocino que afecta a su filial Abenewco1. Pagos que ya fueron aplazados anteriormente el 4 de octubre, el 15 de diciembre de 2021 y 14 de marzo de 2022.
La compañía ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, CNMV, de la extensión de la fecha de efectividad del acuerdo con proveedores que expiraba ahora. "La Sociedad informa que dicha fecha de efectividad ha sido nuevamente extendida hasta el próximo 31 de octubre de 2022 una vez se ha obtenido el apoyo mayoritario de los proveedores adheridos al mismo", dice la información remitida al organismo regulador por la empresa.