
Con el objetivo de alcanzar el millón de clientes domésticos en 2025, Iberdrola acelera la apuesta por la generación en Portugal. La eléctrica española quiere financiar con fondos del Banco Europeo de Inversiones (BEI) las cinco plantas fotovoltaicas que tiene en cartera desde que se adjudicó 187 MW en 2019. En esta ocasión, solicitó 70 millones a la institución pública para sufragar el proyecto.
Según los datos a los que ha tenido acceso elEconomista, el coste total de las obras será de 142 millones de euros. La mitad llegará financiada con un crédito de la entidad propiedad de los Estados miembros de la Unión Europea. En total, instalará 188 MW repartidos en cinco plantas. Las placas solares estarán ubicadas en Lisboa y las regiones de Algarve, Centro y Alentejo.
Aunque el préstamo no ha sido concedido, no se espera que existan problemas para la aprobación. Desde la empresa matizan que la financiación "no está cerrada", pero confirman las negociaciones. Las conversaciones existen al menos desde mediados de mayo. El único requisito hecho público por el BEI es que Iberdrola cumpla la legislación ambiental nacional y de la UE.
La organización presidida por Ignacio Sánchez Galán triplicará su tamaño en Portugal en un año gracias a la construcción de las centrales fotovoltaicas, en marcha desde que en 2019 se adjudicase 187 MW en una subasta de energía solar.
La compañía ya terminó las obras del centro de Algeruz, con una potencia de 27 MW, y están en construcción las plantas de Conde, de 13 MW, y de Alcochete, de 46 MW. Quedan por arrancar los trabajos en Albufeira, de 37 MW, y Carregado, de 64 MW, que estarán terminados en 2023.
Además, Iberdrola ganó un segundo lote de energía fotovoltaica en Portugal con la subasta de 2020. Se adjudicó un paquete de 84 MW más 14 MW de baterías. En el país, la empresa también tiene inversiones en energía eólica e hidroeléctrica.