
Cada vez que los precios del petróleo suben, los países importadores netos no tardan en sacar del cajón viejos planes para enfrentarse al poder de fijación de precios de la OPEP. Y este rally no iba a ser menos. Habiendo ya desplegado reservas de petróleo de emergencia, las naciones importadoras ahora están desempolvando otra amenaza ya conocida: un cartel de compradores que actúe como 'anti-OPEP'.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, anunció este martes que ha debatido ya la posibilidad con el presidente de EEUU, Joe Biden. "La idea es crear un cartel de compradores y convencer, la forma favorita, de aumentar la producción", dijo Draghi a los periodistas en Washington.
Es un proyecto que varios países han considerado en vano antes. La última versión de esta idea fue la asociación de compradores planteada hace unos años por China e India.
La OPEP y sus socios, principalmente Rusia, han rechazado hasta ahora las peticiones occidentales para llenar el vacío dejado por el boicot de la industria al país de Vladímir Putin tras la invasión de Ucrania. Riad y sus socios insisten en que todavía no hay escasez, a pesar de una brusca caída en las exportaciones rusas.
Tanto si el proyecto de los compradores va más allá como si no, Draghi aprecia el poder de la intervención verbal para influir en los mercados. Su famosa promesa de 2015 de "hacer lo que sea necesario" en defensa del euro salvó la moneda única existencial. Pero dado que los precios del petróleo han subido un 6% y han vuelto a superar los 100 dólares este miércoles, parece que su último anuncio no está teniendo el mismo impacto.