La electrificación de la economía: el reto de la transición enegética

  • La tasa combinada de electrificación directa e indirecta será el 75% de la demanda energética de Europa en 2050

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera es uno de los principales objetivos en la lucha contra el cambio climático y la contaminación. La Unión Europea se sitúa a la cabeza de este proceso de descarbonización del planeta.

En el marco de la transición energética en que nos encontramos se está produciendo un proceso de descarbonización de la economía y su posterior electrificación. Con este objetivo, se está llevando a cabo un proceso de descarbonización donde se priorizan las energías alternativas no contaminantes. En este sentido, la electrificación consiste en sustituir los combustibles fósiles por electricidad en todos los sectores, entre los que se encuentran los transportes, la industria o la edificación. Bajo un objetivo común y siguiendo la hoja de ruta de la Agenda 2030 por el desarrollo sostenible, las empresas y los agentes económicos trabajan para combatir el cambio climático y proteger el medioambiente, impulsando nuevas formas de generar y distribuir la energía. 

Transición

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera es uno de los principales objetivos en la lucha contra el cambio climático y la contaminación. La Unión Europea es, en mayor medida, la que se ha comprometido a liderar este proceso de descarbonización que se está llevando a cabo en todo el planeta. Tanto la Comisión como los diferentes Estados miembros llevan años trabajando en el desarrollo de planes que permitan realizar esta transición lo más rápido posible y a un coste asequible para consumidores y empresas. 

El principal beneficio de la electrificación es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, lo que contribuye a combatir el cambio climático, aunque permitirá cumplir con otros objetivos como por ejemplo mejorar la calidad del aire mediante el uso de vehículos y sistemas de calefacción eléctricos, digitalizar hogares y oficinas ganando de este modo mayor flexibilidad y comodidad, mejorando a su vez la eficiencia y reduciendo tiempos y costes, ahorrar en las facturas, ya que con el aumento de generación a partir de fuentes renovables, disminuirá el coste medio de la energía en la factura que pagan los consumidores o generar más empleo, ya que dentro de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 se prevé que la inversión en energía renovable podría generar entre 107.000 y 135.000 empleos para el año 2030. 

Además, según las previsiones, el cambio de modelo energético puede ser capaz de generar cerca de 120.000 empleos indirectos adicionales anualmente

El informe 'Getting fit for 55 and set for 2050' señala que la energía eólica liderará el proceso, ya que la UE considera que será la mitad de la electricidad de Europa en 2050. Este revela que con las inversiones adecuadas en redes y tecnología, la tasa combinada de electrificación directa e indirecta será el 75% de la demanda energética de Europa, y que con mayores reducciones de costos en la energía eólica, un sistema de energía limpia no costará más que el sistema energético actual.

En términos sociales más amplios, será significativamente más barato si se tienen en cuenta los costos de factores externos. Según el informe, la electrificación directa, complementada con la electrificación indirecta en aquellos sectores más difíciles de implementar, es la forma más rentable y energéticamente eficiente de reducir las emisiones del sector energético a cero para el año 2050. En 2050, la electricidad cubrirá aproximadamente el 75% de la demanda energética final. La electrificación directa supondrá el 57% y la electrificación indirecta, a través del hidrógeno y sus derivados un 18%, comparado con la tasa de electrificación actual del 25%.

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