
Joan Batalla acaba de ser nombrado presidente de la patronal gasista Sedigas. La asociación reclama una revisión de la propuesta del Fondo para pagar las renovables.
¿Se sienten víctimas de la regulación? El gas va a recibir otro golpe con la propuesta del Fondo para pagar las renovables.
Existe preocupación porque creemos que no es un fondo de transición energética. Es un fondo para pagar los sobrecostes de las renovables y no deja de ser una reforma fiscal encubierta. Un fondo con unas contribuciones por parte de determinados agentes no deja de ser una tasa y el gran tema que no se ha abordado en este país es el de la reforma fiscal medioambiental. Estamos nuevamente parcheando y creo que, sin menoscabar la necesidad de esa reforma, hay que buscar soluciones que pueden estar en el mercado eléctrico. Hay cuestiones que no se han abordado como el régimen concesional de las hidráulicas. Hay otras vías de ingresos para sufragar esos costes hundidos asociados a las renovables y que se deben explotar antes de repercutir al resto de energías. Y compartimos que la competitividad pasa por rebajar el precio final de la energía, pero eso no es, rebajo la electricidad y traslado a los consumidores energéticos esos costes que son del pasado.
¿Qué propone Sedigas?
Estos días estamos desempolvando el informe del Comité de expertos y ahí ya se apuntaban medidas. La más progresiva son los Presupuestos. Obviamente sabemos las limitaciones que tiene por la situación, pero vemos oportuno que analicemos primero qué soluciones puede haber a través del propio sistema eléctrico antes de repercutirlo de cara a futuro en el resto. Esto es ver cómo pagamos la herencia del abuelo y no pensamos en los estudios del hijo. El fondo no es para fomentar inversiones de futuro, sino ver cómo trasladamos esos 7.000 millones al resto de sectores afectando especialmente a los consumidores industriales y domésticos en una reforma a nuestro parecer muy discriminatoria.
"Viendo la experiencia de otros países, la fórmula de un fondo con contribuciones no tributarias no es la vía que se está siguiendo"
¿Esto ya pasó en el sector del gas con Castor? ¿El coste se cargó a los consumidores hasta que la justicia ha puesto orden?
Sí, y en este sentido una de las reflexiones que hacemos en nuestras alegaciones es el carácter desproporcionado. Si uno mira el impacto que aparece en la memoria estamos hablando de 1.100 millones y si lo comparas con los costes regulados de distribución, estamos hablando de la misma magnitud. Es decir, vamos a duplicar los costes del gas y obviamente con un efecto sobre la competitividad de las empresas y discriminatorio sobre los consumidores.
Comentaba antes la situación de la hidráulica, ¿qué han planteado?
Como asociación planteamos que en la medida de que se trata de una reforma fiscal tenemos que plantearnos el tema con tranquilidad, con sosiego y no de forma urgente como se ha planteado, para ver qué soluciones se pueden dar para mejorar nuestra posición competitiva.
Creemos que en ese proceso de reflexión se deben plantear todas las posibilidades y lo he puesto como ejemplo. El régimen concesional de las hidráulicas ha sido un tema que siempre ha estado en debate.
Esta medida va a coincidir con la reforma fiscal de Bruselas, ¿cree que es compatible?
Las señales que se tienen que dar son compartidas a nivel europeo, pero viendo la experiencia de otros países, la fórmula de un fondo con contribuciones no tributarias no es la vía que se está siguiendo. No sabemos si estará alineada o no con Europa.
¿En España también tenemos un impuesto único como el de la generación que afecta a los ciclos?
Si estamos solapando medidas con distintas figuras tributarias, lo oportuno sería que en el marco de esta reforma tributaria se hiciera una reflexión a nivel comunitario de cuáles son las líneas estratégicas y ordenar la situación que tenemos en nuestro país.
¿Qué impacto tendrá esta medida para un consumidor doméstico?
Hay una cuestión que surge del análisis y es que no va acompañado de un estudio de los impactos en los consumidores de una medida de esta naturaleza. Las compensaciones y exenciones no están detalladas y en el proceso de tramitación todos los sectores industriales querrán tener esa consideración de exentos o lograr compensaciones por los efectos inducidos y, a medida que esas partes se incrementen, habrá una mayor carga para los consumidores domésticos o los industriales que no queden exentos. En nuestro primer análisis para el consumidor doméstico para uno tipo TUR 1 le supone un incremento del 8% y para un TUR2 del 11%, con lo cual es un incremento significativo.
Más allá de los promedios, hemos puesto de manifiesto el carácter discriminatorio de la medida, puesto que va a tener un impacto mayor en la España fría o sobre un consumidor rural frente a un aire acondicionado o una segunda vivienda.
"En nuestro caso existe el consenso de que hay que defender el potencial del gas en la transición energética"
¿El fondo acaba con la competitividad del sector del gas?
Los costes para un consumidor industrial están alineados con la media europea. Un aumento de esta naturaleza, del orden de 6 euros/MWh, supone un incremento de los costes de cerca del 25%, que además siguen pendientes de las exenciones. Eso merma la capacidad competitiva en un momento tan relevante como el actual de recuperación.
¿Y la del propio sector del gas?
Por descontado. En su momento, cuando se abordó la circular y la metodología el impacto era menor y ahora estamos hablando de 1.100 millones y obviamente condiciona su viabilidad.
¿La salida de Naturgy en Aelec puede provocar la salida de alguna compañía de Sedigas?
En toda asociación existen perfiles diferenciados, pero en nuestro caso existe el consenso de que hay que defender el potencial del gas en la transición energética. Creo que no saldrá nadie, pero especular sobre estas situaciones es prematuro por mi parte o no es oportuno. Llevo pocas semanas en la asociación, pero veo la voluntad por parte de todos de defender esos intereses del gas desde una perspectiva de consenso para aportar soluciones a la Administración.