Naturgy ha rebajado casi un 30% -24.595 millones de euros- sus compromisos de compra de gas para los próximos años. Según los datos facilitados por el auditor, EY, la compañía ha reducido su cartera de compra de gas desde los 83.630 millones de euros registrados en 2018 hasta los 59.045 millones con los que han terminado el ejercicio 2019.
La reducción se produce en plena caída de precios del gas y en un giro estratégico que la compañía quiere dar para centrarse mucho más en el negocio de las renovables en los próximos años. La empresa ha decidido ejecutar las flexibilidades contractuales que tenía a la baja ante el escenario de transición energética y no ha extendido ningun contrato, con lo que consume también el valor correspondiente al año 2019.
El auditor además asegura en su informe que en las cuentas cerradas a diciembre de 2019 hay 1.618 millones de euros pendientes de cobro correspondientes a ventas de energía, que han sido suministradas pero se encuentran pendientes de facturar como consecuencia de la no coincidencia del período habitual de lectura de contadores con el cierre de las cuentas anuales consolidadas del ejercicio, lo que ha obligado a aplicar criterios, juicios e hipótesis para determinar estas ventas no facturadas son el consumo diario derivado de los perfiles históricos de los clientes.
La compañía explica también en su informe anual que ha cambiado también el sistema de amortización de sus participaciones en centrales nucleares. Hasta el año pasado, amortizaba a 40 años las centrales pero desde este ejercicio gracias al acuerdo alcanzado entre las empresas amplía el plazo de amortizacion a los 44-47 años, lo que le suponen 13 millones menos de amortización este año. Asimismo, la empresa incluye por primera vez la amortización de instalaciones fotovoltaicas a un plazo de 25 años.
La compañía ha actualizado el test de deterioro de los activos de generación convencional pero a diferencia del año anterior en el que realizó un profundo ajuste, en este ejercicio no lo ha considerado necesario. Por contra, ha rebajado la valoración de su participación en Electricaribe a 28 millones de euros desde los 253 millones de euros de hace un año.
En su auditoría anual, la energética indica que, "ante la dificultad para realizar una valoración del valor razonable consecuencia de la situación específica de este activo, se encuentra valorada en base a la última información de estados financieros auditados disponible, que refleja un valor patrimonial atribuido por el 85,4% de la participación de 28 millones de euros, registrando una disminución del valor razonable de dicha participación por importe de 225 millones", casi un 90% con respecto a 2018.
Naturgy ha vendido las participaciones que ostentaba en distintas sociedades de activos eólicos en La Rioja a Iberdrola por 40 millones de euros, con unas plusvalías brutas de casi cinco millones, en concreto se desprende de las sociedades de Molinos de Cidacos (50%), Molinos de la Rioja (33,3%) y DER (36,25%).
Por otra parte, el grupo prevé cerrar en el primer trimestre de este año la venta de Iberafrica Power Limited, su negocio de generación eléctrica en Kenia, y de su participación del 47,9% en Ghesa a la energética china CPE, tal y como adelantó elEconomista. La compañía también se ha desprendido de un cargadero de gas en Puerto Rico por 23 millones de dólares, que le ha reportado 12 millones de euros de plusvalías.
El informe anual aporta también novedades sobre las participaciones accionariales en la empresa. Los fondos han reforzado su presencia en la compañía. De hecho, se hacen con la mitad de la participación que ha dejado de ostentar la Fundación la Caixa. Mientras la entidad catalana ha reducido su participación desde el 25,6% al 24,4%, los fondos GIP y CVC la han incrementado un 0,3% cada uno, de modo que el primero mantiene ya un 20,3% y el segundo un 20,4%. Por su parte, Sonatrach -la empresa estatal argelina- sube también desde el 3,9 al 4,1%.
Reducción de personal
En lo que respecta al personal de la compañía. Naturgy sigue reduciendo plantilla de forma considerable. La empresa ha rebajado sus gastos de personal desde los 1.010 millones de 2018 a los 924 millones del ejercicio pasado por una reducción de plantilla de 1.807 personas.
En lo que va de plan estratégico, la empresa cuenta ya con 2.574 empleados menos de los 14.712 que tenía al acabar 2017 hasta los 12.138 que tenía al cierre de 2019.
La mayor reducción se ha producido en la categoría de operativos (1.800 peronas), técnicos (433 personas), intermedios (234 personas) y directivos (107 personas).
Este mes de diciembre se ha jubilado también el director de recursos de la compañía y ex presidente de Sedigas, Antonio Peris, que por el momento todavía no ha sido sustituido.
La empresa ha incrementado también la brecha salarial de sus sueldos hasta el extremo que un hombre con una categoría de operativo puede superar el sueldo de una mujer administrativa (37.982 euros frente a los 36.020 euros). Las diferencias de salarios van desde el 23,1% para la categoría de operativos hasta el 13,1% en lo que respecta a los directivos. La menor diferencia se encuentra en el nivel técnico donde se sitúa en el 6,1%.
La empresa además cifró los pagos al exconsejero delegado, Rafael Villaseca, en 15,3 millones de euros.
El actual presidente, Francisco Reynés ha recibido un sueldo entre fijo y variable de 3,37 millones y cerca de 1,1 millones por presidir el consejo de administración de la compañía.