Empresas y finanzas

Jakob Askou Boss (Orsted): "El reto para la transición energética no es el capital, sino objetivos ambiciosos"

  • "Necesitamos un mayor esfuerzo para cumplir con los Acuerdos de París"
Jakob Askou Boss, vicepresidente sénior de Estrategia empresarial de Orsted

Jakob Askou Boss es el vicepresidente de Estrategia empresarial y de relaciones con interlocutores de Orsted, la mayor compañía de energía eólica marina del mundo y la quinta mayor de eólica. La pasada semana recibió el premio de la Fundación Alberto II de Mónaco por su labor en defensa del desarrollo sostenible en una gala celebrada en España con los ministros de Ciencia, Pedro Duque, y de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

¿Tiene Orsted planes para venir a España?

En este momento no tenemos planes de inversión en España. Nuestros mercados principales son Dinamarca, Reino Unido, Alemania y Holanda, en Europa. Tenemos proyectos en Taiwán y en Estados Unidos. En cualquier caso estamos analizando mercados potenciales para la energía eólica offshore y si encontramos algo interesante podemos acceder a ellos.

¿Cuáles son en su opinión los mercados más atractivos en estos momentos?

Nuestro mayor proyecto está en Taiwán con 900 MW y estamos en estos momentos esperando la decisión de algunos proyectos muy interesantes en Estados Unidos. Hemos visto un crecimiento significativo en la costa este de EEUU y estamos esperando la decisión para saber quién va a ser el ganador.

En estas ofertas imagino que se cruza en numerosas ocasiones con la filial de Iberdrola, Avangrid. ¿Son buenos competidores?

Está claro que la competencia en industria la energía eólica marina está creciendo en los últimos años, pero eso lo vemos como una buena señal, porque significa que el mercado está creciendo y hay más oportunidades para todos.

¿Son interesantes los precios de generación en estos momentos para la eólica marina?

Si miras atrás cuatro o cinco años la tecnología marina era mucho más cara que otras renovables, pero hemos hecho esfuerzos significativos para reducir su coste al punto en el que estamos ahora, que es más de un 60% menor que si lo comparamos con el carbón, el gas o la nuclear.

¿Y la tendencia, cree que será similar para los próximos años?

Nuestra previsión es que los precios sigan bajando. La reducción de costes está en función de la cantidad que construyes. Cuanto más construyes, la industria aprende más, las turbinas se hacen más grandes y el gran conductor de la reducción será el coste de los soportes.

¿Se están planteando entrar en el negocio de la bioenergía?

La bioenergía la hemos utilizado para hacer frente a las tecnologías de carbón y gas. Hemos transformado nuestras plantas de carbón y gas a producción con biomasa sostenible y estamos acabando una gran transformación que significa que el año que viene será inaugurada nuestra última planta bioconvertida. No tenemos planes de crecimiento en biomasa, es simplemente la tecnología que hemos utilizado para descarbonizar nuestra generación convencional.

¿Cómo ve la evolución mundial para cumplir el Acuerdo de París? ¿El ritmo es el adecuado?

El mundo acordó en París que debemos mantener el incremento de la temperatura global por debajo de esos dos grados centígrados. Preferiblemente por debajo de 1,5 grados y el año pasado hubo un informe importante del IPCC que pidió que se siguiera por debajo de los 1,5 grados, ya que subir hasta los dos grados tendría consecuencias adicionales para el clima. El reto es que la trayectoria global apunta a un aumento de entre tres y cuatro grados, así que sabemos que estamos cerca de lo que el mundo acordó en París y necesitamos un mayor esfuerzo de todos los países para ir juntos y tomar medidas para cumplir lo acordado.

¿Cómo ve la evolución del sistema financiero? La financiación verde permite facilitar un mayor acceso al capital para estas inversiones. ¿Cree que esta transición incrementará el nivel de deuda de las compañías?

Creo que lo primero que hay que tener en cuenta es que la energía verde ya es más barata hoy que la negra. Las compañías tienen capital suficiente en sus balances desde hace ocho o diez años, porque hay muchos inversores institucionales, fondos de inversión o de pensiones, muy interesados en invertir en esta transformación verde. La razón de que los parques offshore sean ahora financiados al 50% con liquidez y el otro 50% por institucionales es obviamente un sistema para poder acceder a más capital y poder desarrollar más capacidad. No estoy preocupado por una falta de capital. Hay suficiente en el mundo. Especialmente, en este escenario de bajos tipos de interés. No veo que el acceso al capital pueda ser un problema, el reto es que los gobiernos del mundo pongan los objetivos suficientemente ambiciosos no para diez años sino para más. Hemos visto algunos números. Si tomas la parte instalada de renovables se multiplica por cinco con los actuales planes, lo que se necesita para cumplir con los objetivos de París es doblar esta cantidad. Eso, obviamente, debe comenzar ahora. Si no lo doblamos ahora se tendrá que hacer mucho más rápido en los próximos años. Es muy importante que colectivamente y globalmente aceleremos la construcción de renovables y al mismo tiempo vayamos dejando atrás la producción con carbón. Creemos que se pueden cerrar todas las plantas de carbón en 2030 para alcanzar las ambiciones de París.

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