
La venta de Pastas Gallo encara su recta final. Tal y como ha podido saber elEconomista, la operación se cerrará en las próximas semanas con el fondo Ventura Equity Partners como favorito. La transacción, según fuentes de mercado, está valorada en una cantidad superior a los 200 millones de euros.
Todo apunta a que ésta se convertirá en la primera adquisición que realiza esta gestora, que pusieron en marcha dos conocidos expertos de la industria del capital privado español: Iñaki Echave (ex CPPIB) y Mateo Pániker (ex Investindustrial), hace unos meses. En la actualidad, están trabajando paralelamente en la captación de recursos para su primer fondo y en esta operación.
Según han explicado fuentes financieras a este diario, Ventura Equity Partners está atando los últimos flecos para realizar esta transacción, que pasaría por lograr coinversores que desembolsaran capital para la compra de Pastas Gallo y que después pasarían a formar parte de la base inversora de este vehículo. Pese a que normalmente el primer cierre del fondo suele ser un requisito para poder comenzar a invertir, cada vez es más frecuente este tipo de operaciones, en las que el equipo directivo muestra operaciones que está cerrando como garantía de éxito del fondo.
Es más, según las mismas fuentes, esta gestora española está analizando más oportunidades en la industria del capital privado doméstico, que podrían cerrar en los próximos días. El objetivo de Echave y Pániker es que su primer fondo tenga un tamaño de 500 millones de euros, lo que le colocaría en la parte de los grandes fondos nacionales, compitiendo de forma directa con el de Portobello (600 millones) o ProA Capital (500 millones), entre otros.
Alta competencia
Respecto a este último fondo, ha sido uno de los que ha llegado a la puja final por hacerse con esta compañía, a la que también accedieron Towerbrook e Idilia Foods (antigua Nutrexpa), según La Vanguardia. En cualquier caso, la transacción –que está siendo coordinada por la firma de servicios profesionales EY– ha despertado el interés de hasta una decena de inversores, especialmente entre fondos locales que conocen desde hace años este activo. En esta línea, Pastas Gallo ha sido tradicionalmente una de las compañías perseguidas por los inversores y más de una vez han estado cerca de cerrar una operación corporativa. Sin embargo, la diferente visión a futuro de los cinco accionistas dinamitó el proceso en varias ocasiones.
El último intento, como publicó elEconomista, fue hace un par de años, cuando las hermanas pusieron a la venta el 40% que ostentaban en la compañía, pero el proceso se frenó, ya que a los fondos no suelen gustarles las operaciones en minoría y sin posibilidad de toma de decisiones. Sin embargo, ahora se articula como una desinversión total, después de que los hermanos Espona Massana hayan llegado a un acuerdo para poner a la venta el 100 por cien (cada uno de los cinco hermanos ostentaba un 20%).
La firma es líder del sector, tiene tres fábricas en España -Granollers, El Carpio (Córdoba) y Esparreguera (Barcelona)-, unas ventas consolidadas de 200 millones de euros y un beneficio bruto de explotación (ebitda) de alrededor de 20 millones. Estos datos son especialmente relevantes si se tiene en cuenta que entró en pérdidas en 2012 como consecuencia de la caída del consumo y la fuerte competencia de la marca blanca. Sin embargo, gracias a la puesta en marcha del Plan Industrial 2012 la firma consiguió reestructurar su negocio, volver a números negros, aumentar su liquidez y reducir el endeudamiento.