
La aerolínea easyJet mira con optimismo a la temporada verano tras haber cerrado su primer semestre fiscal (octubre-marco) con unos números rojos de 275 millones de libras (314 millones de euros).
Pese a haber multiplicado por quince sus pérdidas por la caída de los precios de los billetes, el alza del crudo, el efecto de la Semana Santa, el ataque de los drones y la falta de una serie de extraordinarios, la aerolínea británica mantiene sus previsiones anuales y espera cerrar ejercicio con unos beneficios de 435 millones de libras (497 millones de euros), en línea con las expectativas del mercado.
"Somos una aerolínea estructuralmente fuerte y en este primer semestre hemos tenido una serie de impactos no recurrentes que van a desaparecer y nos permiten asegurar que seremos unas de las pocas compañías que terminen el año con ganancias en Europa", asegura Javier Gandara, director general de la compañía en España, Portugal y Países Bajos.
Así, y pese a la debilidad de los ingresos y el alza de los costes, el mercado ha recibido los resultados y las expectativas de la compañía con optimismo por lo que las acciones de la firma suben el 3,6% en parqué inglés. En este punto, no hay que olvidar que easyJet suele registrar pérdidas en su primer semestre por la estacionalidad (empieza en invierno) aunque no tan elevadas.
Para conseguir darle la vuelta a los resultados en un entorno de enfriamiento de la demanda y bajos precios que, según Gandara, no se va a recuperar en el corto medio plazo, la compañía ha apostado por reducir los costes unitarios (sin fuel) para asegurar la rentabilidad y moderar su crecimiento de cara al año que viene.
La demanda se modera, más allá del Brexit
"La demanda se está moderando por la incertidumbre económica y política en toda Europa. Ya no es sólo el Brexit. En este entorno vamos a revisar nuestro crecimiento de cara a 2020 y a situarlo en el rango bajo, que está en torno al 3-4%", explica Gandara.
Este freno al crecimiento vendrá tras un ejercicio de un fuerte aumento de la oferta de asientos por el aumento del calibre de los aviones, el incremento de las rutas y el inicio de las operaciones en Berlin tras hacerse con una parte de los activos de la quebrada Air Berlín.
Así, en el primer semestre del año, la firma ha transportado un 13,3% más de pasajeros tras aumentar su capacidad un 14,5%, lo que ha impactado negativamente en su ocupación, que ha bajado un punto porcentual hasta el 90%. Paralelamente, los ingresos totales apenas han subido un 7,3% a los 2.343 millones de libras, lo que ha lastrado los márgenes en un momento en el coste por asiento ha subido el 3,9%.
El crecimiento en la red preexistente ha sido del 7%, un ritmo que se mantendrá en la segunda mitad de este ejercicio y que en España llegará al 8%, aunque luego se frenará. "easyJet está focalizada en consolidar su posición robusta de los últimos años, y por ello el aumento de la capacidad para el año fiscal 2020 es probable que se sitúe en el extremo inferior de sus tasas de crecimiento históricas", asegura la firma en este sentido.
En cuanto al control de los costes, Johan Lundgren, consejero delegado de easyJet, defiende que "sigue siendo una prioridad importante para easyJet, así como nuestro enfoque en la eficiencia y en la innovación a través de los datos". "Estamos en camino de ahorrar más de 100 millones de libras en costes durante 2019", asegura.
Reducción del impacto en las cuentas
Pero, más allá de la optimización de las operaciones, la aerolínea británica se ha centrado en reducir al máximo los impactos negativos en sus cuentas por los retrasos y las cancelaciones. No hay que olvidar que cada vez que una aerolínea cancela un vuelo o tarda más de tres horas en salir ésta tiene que hacerse cargo de los pasajeros y pagar una serie de indemnizaciones que golpean de lleno los márgenes.
Así, la firma ha invertido en tener una operación robusta para evitar los retrasos y para ello revisado los horarios, ampliado los tiempos de operación de cada vuelo, y duplicado la flota en tierra (ha pasado de 7 a 14 aviones) para tener aviones y tripulación de reserva que les permita recuperar frecuencias.
"Hemos invertido en nuestras operaciones duplicando nuestros aviones de reserva y modificando nuestros horarios para que a pesar de que el entorno operativo externo durante el verano no da signos de mejora, planificamos aliviar su impacto en nuestros clientes", explica Lundgren, que además, señala que han tenido un 54% menos de cancelaciones.
Aunque Gandara prevé que volar "será más barato que nunca" ya que el precio de los billetes caerá un poco más y seguirá estando por debajo de los 50 euros por billete (el ingreso por asiento de la firma ya ha caído un 6,3%), el directivo también estima que la compañía tendrá impactos positivos de unos 10 millones de libras por el efecto del tipo de cambio, una reducción en el pago de indemnizaciones por el descenso de las cancelaciones, menores costes extraordinarios y registrar el impacto positivo de la Semana Santa en abril que les permitirá compensar el entorno de ingresos más débil y la falta de los ingresos logrados el año pasado gracias a la quiebra de Monarch y la cancelaciones en Ryanair.