EDP, primera eléctrica de Portugal y cuarta de España, obtuvo un beneficio de 100 millones de euros durante el primer trimestre del año, un 29% menos que en el mismo período de 2018, afectado negativamente por la menor generación hidroeléctrica y eólica, y la mayor presión impositiva.
Con una facturación de 1.361 millones -un 2% más baja-, el resultado bruto operativo (ebitda) se incrementó un 3%, hasta los 921 millones, impulsado por el aumento de la capacidad, que sumó 41 millones, y contrarrestó la citada caída de la producción hidroeléctrica y eólica, que aportó 149 millones menos.
Nueva estructura
La empresa ha estrenado un cambio en su estructura y el modo en que informa al mercado de su actividad. Ahora se divide en tres segmentos: Renovables -incluida hidroeléctrica-, Redes, y Soluciones para Clientes y Gestión de la Energía, que incluye comercialización y generación térmica.
El ebitda de Renovables cayó un 6%, a 556 millones, el de Redes subió un 11%, a 243 millones, y el de Clientes y Gestión subió un 17%, a 116 millones.
La deuda creció un 2% hasta 13.748 millones. La inversión se redujo un 6%, hasta 344 millones.
La capacidad instalada creció un 2%, hasta los 27,2 GW de potencia, con la incorporación de nuevas instalaciones eólicas, que elevaron la cuota de renovables en la potencia instalada hasta el 74% y la producción hasta el 69%.
La empresa anunció la venta de 997 MW en Europa que se debería cerrar en el próximo trimestre, aportándole unos 200 millones.