
Las últimas fusiones entre grupos hospitalarios, protagonizadas en los últimos años por Quirónsalud y Vithas responden a la necesidad de estas compañías de ganar tamaño para poder negociar mejor con sus principales clientes, las aseguradoras de salud, principalmente Adeslas, Sanitas y Asisa, que copan el 60% del mercado total.
Hasta ahora, los hospitales privados se han visto históricamente en clara desventaja con estas aseguradoras que son las que nutren de pacientes a los hospitales y les fijan una tabla de precios por servicio sanitario realizado, en función del volumen de clientes.
Esta inferioridad la rompió en 2014 el grupo Quirón, que tras su fusión con los hospitales de la marca Capio consiguió superar por primera en tamaño a estas compañías. Ahora Vithas y HM Hospitales buscan la misma estrategia para poder competir.
Y es que en el mercado hospitalario sigue mandando la atomización. Las principales compañías fuera de Quironsalud se reparten apenas una cuota de mercado de entre el 2% y el 3% cada una.
El único gigante hospitalario en España prevé este año una facturación cercana a los 2.800 millones de euros. La firma española fue adquirida en 2016 por el grupo alemán Fresenius Helios por 5.760 millones, y ya incluye en su red de hospitales clínicas como la Ruber o La Luz, acumulando casi el 30% de la cuota del mercado hospitalario privado en las grandes ciudades de Madrid y Barcelona y acercándose al 10% del mercado en el resto de España. La compañía dirigida por Héctor Ciria ve aún muy de lejos a sus principales competidores.
El grupo Vithas, dirigido por Jorge Gallardo Piqué -hijo del dueño de Almirall- parece el más indicado, al contar con La Caixa, para hacer frente a Quirón. Cuando nació en 2012 era el tercer grupo y hace dos años sumó a los hospitales Nisa el octavo grupo en aquel momento con 180 millones en ingresos.
En esta lucha también se encuentra el grupo HM Hospitales, que para ganar tamaño ha ido comprando los últimos años hospitales en Galicia, León y Cataluña.