Madrid, 7 nov (EFECOM).- Las asociaciones de rumanos de España exigieron hoy participar en las conversaciones que el ministerio de Trabajo ha iniciado con los sindicatos y la patronal para debatir las medidas a tomar frente a la entrada de rumanos y búlgaros en el mercado de trabajo español a partir del próximo 1 de enero.
En una rueda de prensa, la Federación de Asociaciones de Rumanos en España (FEDROM), la asociación ADERE, la Unión Hispano-Rumana y la Asociación Cultural Hispano-Rumana de Ciudad Real insistieron en que los rumanos tienen derecho a formar parte de esas negociaciones, ya que son "parte interesada" en el proceso.
No obstante, dijeron que rechazarán la imposición de una moratoria -como proponen los agentes sociales- al considerar injustificado el temor a una avalancha de trabajadores rumanos tras la entrada del país en la Unión Europea en enero de 2007.
"Muchos rumanos van a volver a su país atraídos por las inversiones de 30.000 millones de la Unión Europea para la realización de grandes obras en Rumanía", que requieren mano de obra experimentada, sostuvo Daniel Teku, responsable de ADERE.
El portavoz de FEDROM, Gelu Vlasin, defendió además que la imposición de una moratoria a la entrada de estos trabajadores perjudicará principalmente al Estado, ya que continuará perdiendo los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social de los más de 300.000 rumanos que trabajan sin contrato.
El vicepresidente de la Unión Hispano-Rumana, Miguel de la Torre, aseguró que todas las organizaciones están "dispuestas a negociar" con el Gobierno español y proponer soluciones positivas, entre las que destacó la aplicación del silencio administrativo para conceder permisos de trabajo a los rumanos que los hayan solicitado y no hayan recibido una respuesta oficial en los tres meses siguientes a su presentación.
De todas formas, De la Torre insistió en que "introducir una moratoria es introducir 300.000 problemas" de permisos de trabajo para los rumanos ilegales.
Las asociaciones de rumanos también se quejaron de la actitud de los sindicatos, ya que no han contactado con ellos, que también son trabajadores. EFECOM
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