
Netflix ha presentado este martes sus cuentas del primer trimestre, donde recoge que logró añadir 9,6 millones de suscriptores nuevos, de los que 1,74 millones eran de EEUU, por lo que cuenta ya con 148,86 millones de suscriptores en todo el mundo. Además, batió ligeramente las previsiones tanto en ingresos como en beneficios por acción.
En este sentido, la compañía de vídeos en streaming ganó 0,76 dólares por acción, frente a los 0,57 esperados; y vendió 4.520 millones de dólares (un 22,1% más), levemente superior a los 4.500 millones que vaticinaban los expertos.
Así, logró un beneficio neto de 344 millones de dólares, una mejora del 18,6% respecto al mismo periodo de 2018.
Sin embargo, el jarro de agua fría ha llegado con las previsiones de beneficios para el segundo trimestre de este año, que desde la compañía han dejado en los 0,55 dólares por acción (249 millones de dólares en beneficio neto) frente a los 0,99 dólares esperados por los analistas.
Asimismo, la compañía confía en incrementar su base de suscriptores en 5 millones de nuevos usuarios de pago, incluyendo 300.000 nuevos abonados en EEUU y 4,7 millones de suscriptores en el resto del mundo, cifra que supondría elevar en 14,6 millones sus usuarios de pago en la primera mitad de 2019, un 7% más que el ejercicio anterior.
Los inversores han castigado el informe de resultados, llevando a la compañía a perder más de un 1% en el after-hours, después de haberla aupado un 3,04% en la sesión bursátil ordinaria hasta los 359,46 dólares.