El Ayuntamiento de Birmingham y Amey, la filial británica de Ferrovial, mantienen las negociaciones abiertas para tratar de resolver el conflicto que les enfrenta por el contrato de carreteras en la ciudad. Sin embargo, el último episodio conocido abunda en las dificultades para el entendimiento.
Según desvelan los medios de comunicación ingleses, el consistorio ha multado a la compañía por no sustituir dos lotes dañados de bolardos en las carreteras. Lo sorprendente es el importe de la sanción, que se eleva a nada menos que 48,5 millones de libras (56,1 millones de euros).
La multa se ha conocido apenas unas semanas después de que el Ayuntamiento de Birmingham rechazara la propuesta de Amey para liquidar el contrato, que alcanzaba los 245 millones de libras (alrededor de 285 millones de euros). En concreto, consistía en el pago de una compensación por 175 millones de libras (204 millones de euros) y la renuncia del cobro de obras ya ejecutadas por un importe de 70 millones de libras (82 millones de euros). Para Ferrovial, resolver esta disputa se torna crucial para poder llevar a cabo su plan de vender la división de servicios en un solo lote, incluyendo Amey.
Un portavoz oficial de la firma británica ha señalado que "Amey mantiene su compromiso de hablar con el Ayuntamiento de Birmingham y ha presentado numerosas ofertas para resolver todas las disputas, incluida la de los bolardos; y está feliz de trabajar con los políticos y oficiales de la ciudad para resolver este asunto con prontitud".
La sanción por el recambio de los bolardos se remonta a 2017, según explican fuentes conocedoras. Las autoridades de Birmingham han cobrado 58.000 libras (más de 67.000 euros) al día por los retrasos en la reparación de los dos juegos. Arguye el riesgo que supuso para los usuarios de las carreteras la no sustitución de los mismos. En uno de los lotes, la multa ha ascendido a 31 millones de libras (35,9 millones de euros), tras un año de atraso, y en el otro, a 17,5 millones de libras (20,3 millones de euros), tras siete meses de demora.
El Ayuntamiento de Birmingham lleva desde 2017 sin abonar ningún pago a Amey por este contrato por supuesto incumplimiento del mismo. La empresa se defiende y asegura que en los 20 principales indicadores mantiene una tasa de cumplimiento del 98 por ciento.
El contrato de operación del PFI (Private Finance Initiative) firmado en 2010 con el Ayuntamiento de Birmingham tiene una duración de 25 años y un valor de 2.700 millones de libras (3.155 millones de euros).
Ferrovial ha incluido Amey en la venta de la división de servicios, lo que le ha obligado a provisionar 774 millones en sus cuentas de 2018, con lo que arrojó unas pérdidas de 448 millones.