Iberdrola, por medio de su filial norteamericana Avangrid, ha recibido la aprobación de la Comisión de Empresas de Servicio Público de Maine de su proyecto de interconexión entre EEUU y Canada, valorad en unos 850 millones de euros.
EL visto bueno conlleva también el otorgamiento del certificado de Pública Conveniencia y Necesidad (similar a la declaración de Utilidad Pública) para la infraestructura, una red de alta tensión de 230 kilómetros de longitud y 1.200 MW de capacidad que había recibido notable contestación social en las comunidades próximas a su tendido.
Sin embargo, el Regulador de Maine indica que la interconexión -denominada Necec por sus siglas en inglés- aportará al Estado beneficios "muy reales y sustanciales", tanto en términos económicos como de seguridad de abastecimiento o de medio ambiente, puesto que está ligada a la importación de energía renovable suministrada por Hidroquebec.
De acuerdo con los cálculos de la empresa, Necec, durante la primera de las dos décadas que abarca la concesión, producirá un beneficio para el Estado de Maine de unos 1.000 millones entre generación de empleo, impuestos y reducción de costes energéticos, además de los otros beneficios intangibles.
La aprobación se produce después de un análisis de 18 meses por parte de los servicios técnicos del Regulador, que la semana pasada emitieron su informe favorable, tal y como adelantó elEconomista, en el que reconocen que puede haber efectos negativos para las comunidades de las proximidades del tendido eléctrico, pero que éstos pueden reducirse sensiblemente aplicando medidas concretas.
La interconexión aún debe obtener autorizaciones estatales y federales, que se deberían conseguir durante este ejercicio y comienzos del siguiente. Está previsto que las obras acaben en diciembre de 2022.
