Empresas y finanzas

Contingencias comunes o profesionales; lo que deben saber los autónomos

  • Desde el 1 de enero de 2019, la cotización por contingencias profesionales es obligatoria
  • Los accidentes producidos por la imprudencia del trabajador no se consideran laborales

¿Un autónomo nace o se hace? Desde luego que sacar adelante tu propio negocio no es tarea fácil y, atendiendo a los estudios que dicen que los trabajadores por cuenta propia se dan de baja la mitad que los asalariados, podemos afirmar que "están hechos de otra pasta". Sin duda, una forma de afrontar la vida un tanto especial, que les permite afrontar el duro día a día de sacar adelante un negocio propio y por la que Orange quiere homenajearles a través de su proyecto Nacidos para ser autónomos.

"¿La última vez que me puse malo y no trabajé? Cuando era pequeño" asegura Antonio, arquitecto participante -junto a otros tres trabajadores autónomos- en uno de los vídeos con testimonios reales que se recogen en la web de dicha iniciativa de Orange. Lorena (abogada) y Joaquín (propietario de una escuela de surf) afirman que han llegado, incluso, a impartir clase o acudido a un juicio aun teniendo fiebre.

Desde el pasado 1 de enero de 2019, ellos y el resto de autónomos de nuestro país -más de 3,2 millones que cotizan en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos)- están obligados a la cotización por contingencias profesionales (antes voluntaria). Esta reforma, como informa a elEconomista la secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), María José Landaburu, soluciona una desprotección que vivían el 80 por ciento de los autónomos de nuestro país.

De esta manera, cualquier trabajador por cuenta propia que sufra una enfermedad o un accidente ocurrido a causa de su propia labor profesional, podrá pedirse la baja por dicho hecho, y cobrar la prestación que le corresponda. Como cualquier trabajador asalariado.

"Hasta hace dos años, solo 600.000 autónomos tenían en España cubiertas las contingencias profesionales: si tenías un accidente en tu trabajo, ni siquiera contabas en las estadísticas", afirma Landaburu.

El vicepresidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), José Luis Perea, también está de acuerdo en que este Real Decreto-Ley presta atención a "los flecos que quedaban por aprobar" para que los trabajadores por cuenta propia no se vean desprotegidos al compararse con los trabajadores por cuenta ajena. Ahora "no se pueden sentir así, pues tienen derecho a asistencia sanitaria, prestación por enfermedad común, por enfermedad profesional, reconocido el accidente laboral y el accidente in itinere...", explica Perea.

Las contingencias profesionales, tal y cómo las definen desde la Seguridad Social, son aquellos acontecimientos que producen alguna alteración en la salud de una persona y que tienen lugar a causa del desarrollo de una actividad laboral. Hay dos tipos diferenciados de contingencias profesionales: accidente de trabajo o enfermedad profesional.

En el caso de los autónomos, los accidentes laborales son aquellos que ocurren como consecuencia directa e inmediata del trabajo que se realiza por cuenta propia, así como aquellos que ocurran durante el desplazamiento desde el domicilio del trabajador hasta su lugar de trabajo, y viceversa; esto es lo que se denomina accidente in itinere.

Los profesionales por cuenta propia tienen que tener en cuenta que se entiende como lugar de trabajo -tal y como informan desde Asepeyo, mutua colaboradora con la Seguridad Social- "el establecimiento donde el trabajador autónomo ejerce habitualmente su actividad, siempre que no coincida con su domicilio y se corresponda con el local, nave u oficina declarado como el de la actividad económica a efectos fiscales".

Existen excepciones que impedirían la consideración de un accidente como laboral, a pesar de tener lugar en el entorno de trabajo. Y son aquellos incidentes que tengan que ver con fuerzas mayores -por ejemplo, fenómenos de la naturaleza- o los que se produzcan a causa de la imprudencia del trabajador.

Las enfermedades profesionales, por su parte, son aquellas que también se producen a causa del trabajo ejecutado. Pueden ser enfermedades profesionales causadas por agentes químicos, físicos, biológicos, así como aquellas que son consecuencia de la inhalación de sustancias o el contacto con la piel o por agentes carcinogénicos (capaces de producir cáncer).

La cobertura de las contingencias de accidente de trabajo y enfermedades profesionales en este Régimen Especial cotiza al tipo 0,9 por ciento; y, si el trabajador autónomo se ve afectado por una de ellas, tendrá derecho a cobrar la prestación correspondiente (75 por ciento de su base reguladora -base de cotización del último mes dividida entre 30-) a partir del día siguiente al de la baja. Cabe señalar que este tipo de cobertura la gestionan directamente las mutuas.

¿Qué es una enfermedad común?

Tal y como explican desde Asepeyo, "una contingencia común es una alteración de la salud que no tiene condición de accidente de trabajo ni de enfermedad profesional. Es decir, es un accidente o enfermedad no relacionada con el puesto de trabajo".

Desde el pasado 1 de enero, el tipo de cotización para las contingencias comunes es el 28,3 por ciento. Esta cotización incluye la cobertura económica y sanitaria y el autónomo podrá beneficiarse de una prestación equivalente al 60 por ciento de su base reguladora desde el cuarto día después de la baja hasta el vigésimo día. Después, se aplicará el 75 por ciento de la base reguladora.

Conocer las diferentes tipologías de contingencias es, sin duda, una información valiosa para cualquier trabajador autónomo. Así, en el caso de verse obligado a solicitar una prestación, podrá saber de antemano cuáles serán las cuantías que le corresponden en cada caso. La Seguridad Social y las mutuas colaboradoras también ofrecen importantes servicios de información. Y es que, aunque parezcan de otra pasta, los autónomos no deben cuidar solamente de sus negocios, sino también de su propia integridad y su salud, y no verse perjudicados profesionalmente por ellos. A veces es difícil de priorizar, pero eso de que "la salud es lo primero" no debería ser simplemente una frase hecha.

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