
Los ministros de transporte de la Unión Europea han relajado los objetivos de puntualidad de los vuelos en plena escalada de los retrasos y las cancelaciones por la falta de controladores aéreos, el incremento de la oferta y el mal tiempo. En concreto, los miembros del comité de Cielos Abiertos de la Comisión Europea han ampliado el umbral permitido por vuelo atrasado desde los 0,5 minutos hasta los 0,9 minutos, lo que implica que los proveedores del control de tráfico aéreo (los Enaires de toda Europa) tienen más margen para establecer contingencias o retrasos más largos sin que las aerolíneas puedan realizar reclamaciones.
Según denuncian desde la asociación Airlines For Europe, bajo el nuevo objetivo de desempeño se considerarán aceptables un mínimo de 9,9 millones de minutos de retrasos al año (Europa opera 11 millones de vuelos cada año). Con el esquema actual se permiten en 5,5 millones de minutos de atrasos, una cifra que quedó muy lejos de la registrada en 2018, cuando "las ineficiencias" en la gestión del espacio aéreo europeo causaron a las aerolíneas y los pasajeros 19 millones de minutos de retrasos, un 105% más que en 2017.
"Estos objetivos beneficiarán a aquellos proveedores de control de tráfico aéreo con un pobre desempeño y penalizarán a los que tienen un buen desempeño"
"Estos objetivos beneficiarán a aquellos proveedores de control de tráfico aéreo con un pobre desempeño y penalizarán a los que tienen un buen desempeño", denunció Thomas Reynaert, Managing Director, Airlines for Europe (A4E). "Combinado con personal insuficiente y bajo nivel de inversión por parte de los proveedores de control de tráfico aéreo (ANSP), los nuevos objetivos son extremadamente desalentadores y una muy mala noticia para los pasajeros", apuntó.
Y es que, las grandes compañías aéreas europeas como Ryanair, IAG, Lufthansa o KML están muy preocupadas por la congestión del espacio aéreo y han advertido en más de una ocasión que la situación va a empeorar este verano pese a las medidas que ha tomado la industria para tratar de mitigar los efectos. "Tenemos una mala noticia: la situación va a peor y esta temporada de verano se van a repetir los problemas del año pasado", aseguró Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair, en una jornada celebrada en Bruselas.
Los primeros datos publicados por Erocontrol ya muestran un deterioro de la puntualidad de los vuelos en febrero, un mes de baja actividad para el sector. Los retrasos en ruta en febrero han subido un 46,6% hasta los 12.055 minutos al día mientras que registrados en el aeropuerto (tierra) se han incrementado el 15,8% hasta los 13.965 minutos al día de media. Esto implica que una media de 253 vuelos diarios han sufrido retrasos de al menos 15 minutos, un 43% más. En 2018, los retrasos en ruta subieron el 40% y del aeropuerto se redujeron un 15%. En global, cada día se han registrado 26.020 minutos de retasos en los vuelos, un 28% más que en el mismo mes de 2018.
En esta línea, FlightStat ha publicado que los el 24% de los vuelos de los principales aeropuertos europeos ha sufrido en marzo retrasos de más de 15 minutos, llegando la media a los 40 minutos. El Prat, uno de los más afectados el verano pasado, tuvo el 22% de los vuelos con retrasos. Los más atrasados con el de Amstedam con un 375 y Bruselas con un 35%.
Enaire se compromete a asumir más de 160 vuelos adicionales al día en 48 nuevas rutas de alivio
Para Enaire suponen un reto el crecimiento del tráfico aéreo y sus demoras previstas este verano en Europa. "Esto implica trabajar de forma conjunta con todos los actores de nuestro entorno", señala.
Por ello, el gestor de navegación aérea se compromete a a ser parte de la solución y no del problema, jugando un papel clave en su compromiso con Europa. De hecho, el Ministerio de Fomento, a través de Enaire, se ha comprometido a asumir más de 160 vuelos adicionales al día en 48 nuevas rutas de alivio que evitarán zonas congestionadas del centro de Europa.
En esta temporada estival, Enaire prevé, dentro de su Plan Verano, gestionar 660.000 vuelos entre junio y agosto, y se están llevando a cabo medidas de mejora en sus cinco centros de control y, en especial en Barcelona, a través de la oficina Atenea para mejorar la operación y capacidad del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, en el contexto de la iniciativa BCN A PUNT promovida por Fomento en coordinación con Aena, Dirección General de Aviación Civil y Eurocontrol.