
La reforma del Estadio Santiago Bernabéu arrancará previsiblemente antes del próximo verano y estará culminada en 2023. El Real Madrid adjudicará el contrato para ejecutar las obras principales a lo largo de este mes a Acciona, Ferrovial, FCC o Grupo Sanjose, las cuatro constructoras que han presentado sus propuestas, como avanzó elEconomista el pasado mes de enero. Además, el club blanco firmará la próxima semana la financiación, según avanzó ayer durante la puesta de largo del proyecto el presidente Florentino Pérez.
Acompañado por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, el también presidente de ACS evitó dar detalles económicos sobre una reforma que convertirá el Santiago Bernabéu en "un nuevo estadio referencia del siglo XXI, "moderno, vanguardista, con la máxima seguridad y comodidad y con la tecnología de última generación".
Pérez enumeró los escollos que ha enfrentado el Real Madrid para poder sacar adelante el proyecto, cuya inversión se estima en un máximo de 575 millones de euros. Esta reforma se sumará a las actuaciones llevadas a cabo en el estadio desde el año 2000, con un coste de 256 millones.
El presidente del Real Madrid incidió en que el objetivo es comenzar las obras una vez culmine la temporada del primer equipo. Se ejecutarán "interfiriendo lo mínimo" en la comodidad de los aficionados.
El primer paso será la demolición del centro comercial La Esquina del Bernabéu, que pasará a formar parte de la plaza Sagrados Corazones con un novedoso espacio ajardinado de 6.000 metros cuadrados. Tras esto, el club tiene previsto realizar obras en las calles Concha Espina y La Castellana, así como Rafael Salgado que pasará a ser "peatonal".
En lo que refiere al estadio en sí, comenzando con el desmontaje de la actual cubierta que se llevará a cabo durante el periodo en el que no haya partidos, el Bernabéu tendrá unas 3.000 nuevas localidades gracias a un cambio sobre el tercer anfiteatro del lateral este. En paralelo, el club irá dotando al feudo de su cambio de aspecto con la demolición de dos torreones, mientras sitúa los soportes donde irá la nueva cubierta.
La siguiente fase será la colocación de una estructura radial que recubra toda la fachada y tenga un videomarcador de 360º, "uno de los emblemas del nuevo estadio". Contando también con un espacio para los eSports, se irá llevando a cabo el cerramiento metálico de todo el exterior que culmine con una cubierta retráctil, que tardará 15 minutos en abrirse, y será la joya de la corona en 2023.
Antes de todo ello, el Real Madrid seleccionará este mes la constructora adjudicataria. Acciona, FCC, Ferrovial y Grupo Sanjose son las cuatro empresas en liza. Algunas fuentes apuntan a la posibilidad de que incluso pueda proponerse que ejecuten las obras más de una.
La otra incógnita pendiente es cómo quedará finalmente la financiación del proyecto. Previsiblemente, el club madrileño obtendrá un crédito con Bank of America Merrill Lynch y JP Morgan por un máximo de 575 millones en el que también podrían participar, aunque con una posición limitada, algunas entidades españolas como el Santander y CaixaBank. Con posteriodidad será titulizado mediante una emisión de bonos presumiblemente en los mercados de capital estadounidenses con un plazo de 30 años y un interés en el entorno del 2,5 por ciento. Esta opción, adelantada por este diario hace dos meses, permitirá al Real Madrid recurrir a la financiación bancaria para poder acometer fichajes el próximo verano. El repago de la deuda se realizará a través de los nuevos ingresos derivados de la reforma, que se aproximarán a los 25 millones anuales.