
Mapfre ha anunciado esta mañana en la junta de accionistas algunas pinceladas de su nuevo plan estratégico para 2019-2021 tras haber culminado el anterior sin alcanzar los objetivos previstos.
Ante este circunstancia y la situación de los mercados y la economía han hecho ser más prudentes a la aseguradora en las nuevas expectativas. La compañía espera alcanzar a finales de 2021 con unos ingresos de 30.000 millones y una rentabilidad del 10%. Ambos parámetros están por encima de los actuales, pero por debajo de los objetivos del plan cerrado en 2018, cuando estimaba llegar a una facturación total de 31.000 millones y un retorno del capital del 11%.
El pasado ejercicio los ingresos de la compañía nos alcanzaron los 27000 millones y su rentabilidad se quedó en el 6,4% debido a ajustes extraordinarios, por indemnizaciones por catástrofes y situación de tipos en negativo.
En el nuevo plan, según ha anunciado el presidente de la firma, Antonio Huertas, Mapfre matiza que el crecimiento será prudente y sostenible y que se traducirá en un alza media de las primas del 5% de media durante el trienio. Además el ratio combinado mejorará hasta el 96%. La intención de la aseguradora es aumentar de forma rentable el negocio de vida y, en concreto, en el segmento de riesgo, un 8% anual.
Asimismo la compañía pretende acelerar la transformación tecnológica y dar más pasos en las inversiones alternativas, que incluyen inmuebles.
Con todo el deseo de Mapfre es seguir contando una fortaleza de solvencia superior al 200% y repartir un dividendo que sitúe el pay out entre el 50 y el 65%. Huertas ha destacado que con estas palancas la firma intentará elevar su valor para contribuir aún más a la sociedad, a los clientes y a los accionistas.