Ferrovial entró en pérdidas en 2018 al registrar unos números rojos de 448 millones de euros, que contrastan con el beneficio neto de 454 millones contabilizado un año antes, lastrada por las provisiones de su filial de servicios en el Reino Unido, Amey, por un importe de 774 millones de euros.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 484 millones de euros, un 6,2% menos, según ha señalado la compañía.
Por su parte, las ventas del grupo sumaron 5.737 millones de euros, un 11,5% más, apoyadas en el crecimiento del negocio de construcción debido al inicio de los trabajos en grandes obras en Estados Unidos.
El grupo que preside Rafael del Pino informó este miércoles de que ha provisionado en 774 millones este negocio, que además ha puesto a la venta, por las dificultades que presenta el mercado británico, el primero de la empresa.
Este ajuste lleva así a la compañía a volver a entrar en 'números rojos' después de los que ya contabilizó puntualmente en el primer trimestre de 2018 por la provisión que entonces realizó ante el contencioso que tiene con el Ayuntamiento británico de Birmingham.
La nueva provisión se realiza para sanear la división de servicios y ponerla a la venta en el marco de la revisión estratégica que Ferrovial ha realizado para centrar su actividad en el negocio de infraestructuras de transportes, según remarcó el presidente.
El principal criterio para cerrar esta desinversión será "la optimización de valor", según subrayó Rafael del Pino durante la presentación de resultados.
El ajuste en el negocio británico no pudo así compensarse con los 623 millones de euros que Ferrovial cobró como dividendos de sus principales activos, las consideras 'joyas de la corona', el aeropuerto londinense de Heathrow y la autopista 407 ETR de Toronto (Canadá).
