
Ford Motor ha hecho saber a la primera ministra británica, Theresa May, su intención de sacar su producción de Reino Unido, según The Times. A la espera de confirmaciones, la automovilística cuenta con dos plantas de fabricación motores en el país y emplea a unos 13.000 trabajadores.
Ford ya ha anunció el mes pasado que sufrirá un coste de hasta 1.000 millones de dólares (885 millones de euros) si Reino Unido abandona la Unión Europea sin un acuerdo.
No se trataría de la primera compañía del sector que toma medidas ante la incertidumbre del Brexit. La semana pasada, Nissan anunció que fabricará finalmente la próxima generación del X-Trail para el mercado europeo en su planta de Hyushu, en Japón, y no en Sunderland, Reino Unido, como detalló en 2016.
Fuera del sector, Sony decidió trasladar su sede europea de Londres a Amsterdam. El competidor de la japonesa, Panasonic, ya había trasladado su sede europea de Reino Unido a Países Bajos el año pasado. El fabricante de aspiradoras Dyson también quiere mudarse de su sede en Gran Bretaña a Singapur.