
Faustino Blanco González, secretario general de Sanidad y Consumo, apuesta por la colaboración publico privada para potenciar y consolidar la fortaleza del Sistema Nacional de Salud en España. Así lo ha explicado en el Primer Foro de Sanidad organizado por elEconomista patrocinado por HLA y GSK, en el que ha puesto en valor que "España es el cuarto país del mundo en investigación biomédica por detrás de EEUU, Japón y China".
Concretamente, el sector farmacéutico invierte en I+D en España unos 1.150 millones de euros anuales. Eso representa más del 20% de toda la I+D industrial que se realiza en nuestro país, según los datos de Farmaindustria.
Según Blanco, para mantener esta posición es importante mejorar los sistemas de financiación sanitaria, ya que "el esfuerzo que hacemos para financiar la innovación estrategia en salud es muy grande, pero todo el esfuerzo es siempre insuficiente cuando hablamos de una investigación tan necesaria para el progreso de un país".
Así, el secretario general de Sanidad cree que "la colaboración público privada debe tener dos direcciones, la que garantiza la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y la que refuerza la eficiencia de la industria". "Tenemos que crear el marco necesario para conseguir que las multinacionales aumenten su compromiso con la industria innovadora en nuestro país, incrementando su esfuerzo inversor en i+d+I y posibilitar que nuestro país sea atractivo en innovación sanitaria para mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos, asegurando así un futuro estable y facilitar mejoras en el Sistema Nacional de Salud".
Con este marco debería hacerse frente a los desafíos a los que se enfrenta actualmente nuestro sistema sanitario. "Hoy el mundo es más inestable y los sistemas sanitarios se enfrentan a una serie de retos como el envejecimiento de la población, el aumento de la cronicidad, especialmente en la Unión Europea, los avances de las nuevas tecnologías, la continua evolución de la ciencia y la necesidad de ganar en eficiencia interna y buscar soluciones diagnósticas y terapéuticas, que suponen un enorme coste para los sistemas sanitarios".
Así, Faustino Blanco asegura que "garantizar el acceso equitativo de los pacientes a la sanidad logrando un equilibrio financiero es uno de nuestros mayores desafíos en el Ministerio de Sanidad y por tanto, debemos apostar por que el Sistema Nacional de Salud siga siendo uno de los mejores del mundo y este es nuestro objetivo principal".
Por su parte, Martí Sellés, presidente de Farmaindustria destacó el papel del sector farmacéutico, que destina cada año unos 130.000 millones de euros a nivel mundial para investigación básica y clínica.
"Con esa inversión conseguimos poner a disposición de los médicos y pacientes unos 40-45 nuevos medicamentos al año. Por tanto, desarrollar un nuevo medicamento cuesta una media de unos 2.500 millones de euros", apunta el directivo, que destaca que "desarrollar un nuevo medicamento es como una carrera de obstáculos que dura unos 10 años y donde solo una de cada 10.000 moléculas alcanza el final del camino y llega a manos de los médicos y los pacientes. El resto se queda por el camino. Es, por tanto, una inversión de alto riesgo".
"Nuestro trabajo, nuestra responsabilidad, es conseguir que sí existan medicamentos eficaces para las enfermedades graves, para que, dentro de la desgracia, el paciente tenga la suerte de disponer de una solución a su problema", apunta Sellés. Así, el presidente de Farmaindustria destaca que los tres principales objetivos de la industria farmacéutica son "desarrollar medicamentos innovadores, facilitar el acceso de los pacientes a esos medicamentos innovadores en un entorno de sostenibilidad de nuestro sistema sanitario, y traer a nuestro país el máximo de inversiones posibles".
En este sentido, Selles apunta la colaboración que existe permanentemente con la Administración, "buscando fórmulas innovadoras que faciliten el acceso de los pacientes a la innovación a unos costes razonables. Hablo de techos de gasto, acuerdos de riesgo compartido, acuerdos de volumen, entre otros factores".
"Los españoles, a veces, somos poco dados a valorar lo que hacemos, a sentirnos orgullosos de lo que hacemos, pero tengo que decir que España es uno de los países que más ha avanzado en la puesta en marcha de estas fórmulas innovadoras".
Gasto en Sanidad
Según Sellés, en nuestro país en el año 2010 dedicamos a sanidad pública el 6,5% del PIB. En el 2018 hemos dedicado el 5,9%, es decir 6 décimas menos. Eso supone que "lo que dedicamos a la sanidad pública no crece ni tan siquiera lo que crece el PIB. Por tanto, en términos relativos invertimos menos que en el 2010".
En lo que respecta al gasto en medicamentos, en el año 2018 hemos dedicado a medicamentos casi lo mismo que en el 2010. "Estos son los números, las evidencia. No son opiniones. Y la pregunta es: ¿estamos dedicando lo suficiente a nuestro sistema sanitario público? Porque lo que sí aumenta exponencialmente es el número de pacientes, y especialmente el número de pacientes crónicos que estamos tratando cada año. De hecho, nuestros cálculos indican que en 2018 se ha tratado un 30% más de pacientes crónicos que en el año 2010. Y todo ello con un nivel de recursos parecido al de 2010", denuncia Sellés.
El presidente de Farmaindustria cree que "por todo ello creemos que hay que reflexionar sobre si se puede mantener la calidad asistencial con solo un 6% del PIB dedicado a sanidad pública. De hecho, hay mucha gente sensata que cree que deberíamos dedicar un 7% del PIB a nuestro sistema sanitario público, con lo que España estaría en la media europea. Eso son unos 10.000 millones de euros más dedicados a la sanidad pública. Podría haber un plan para que en el 2025".