
Carrefour registró el año pasado una facturación en España de 9.682 millones de euros, lo que supone un 1,9% menos que el año anterior en términos comparables, según ha anunciado la compañía. En el último trimestre de 2018, la caída sin embargo fue algo menor, del 1,4%, por lo que parece frenarse la tendencia.
El grupo registró, en conjunto, una facturación en el último ejercicio de 84.916 millones de euros, un 3,1% menos que en 2017, a pesar de haber logrado mantener sus ventas en Francia, su mercado local, prácticamente estables, con un ligero aumento del 0,3%.
El gigante de la distribución destaca, no obstante, que en superficie comparable su facturación habría crecido un 1,4% el año pasado y hasta un 1,9% al cierre del último trimestre del ejercicio. La compañía ha sufrido especialmente en China, con unas ventas de 4.144 millones, un 5,9% menos y, a nivel europeo, en Italia, su tercer mercado en el Viejo Continente por detrás de Francia y España, con un descenso del 4%, hasta 5.265 millones de euros. En cambio, la compañía registra un sólido crecimiento en Brasil, donde las ventas subieron un 3,9%, hasta 13.097 millones y Argentina, con un aumento del 29,8%, hasta 2.616 millones de euros.
Plan de transformación
Alexandre Bompard, presidente de Carrefour, ha explicado que "el fuerte rendimiento del cuarto trimestre confirma la dinámica del año 2018". El directivo insistió en que, "desde el lanzamiento del plan Carrefour 2022 hace un año nos hemos comprometido en un plan de transformación sin precedentes en el grupo".
Con este objetivo, se ha puesto en marcha una simplificación de la organización para mejorar su eficiencia, estableciendo nuevas alianzas para desarrollar de nuevo el crecimiento. En este sentido, la empresa ha puesto en marcha planes de salida voluntaria, que han supuesto ya un recorte de la plantilla de 2.400 personas en Francia y 1.000 más en Argentina, estando previstas otras 1.000 más actualmente en Bélgica.