El excomisario de Policía, José Manuel Villarejo, negó ayer ante el juez de la Audiencia Nacional ser el autor de los más de 15.000 pinchazos telefónicos realizados a altos cargos del Gobierno de Rodríguez Zapatero y empresarios, en el marco de los contratos con BBVA. Según su abogado, José Antonio García Cabrera, el exinspector no pinchó ningún teléfono, ni intervino ninguna conversación. "Todo eso le fue suministrado para la obtención de determinados informes necesarios para aclarar un peligro para el interés nacional", aseveró.
Según el letrado, la información sobre quién fue el autor real que suministró esas llamadas está protegida por secreto de Estado y por tanto va a solicitar al Consejo de Ministros que se levante la confidencialidad.
García Cabrera señaló, en todo momento, que Villarejo es un agente encubierto que siempre ha trabajado para los partidos políticos y los distintos Gobiernos. Así, aseguró que el trabajo para BBVA no fue solo un contrato privado entre partes sino que había intereses estratégicos para el Estado detrás.
Villarejo, que declaró durante más de tres horas ante el magistrado Manuel García Castellón, fue interrumpido por la Fiscalía Anticorrupción hasta en tres ocasiones cuando trató de explicar los trabajos para BBVA, puesto que el Ministerio Público consideró que los datos que aportaba estaban bajo secreto oficial, siempre según explicó su abogado.
El letrado manifestó que el trabajo que Villarejo realizó para el banco azul entre finales de 2004 y principios de 2005 tiene relación con el atentado terrorista del 11-M, que tuvo lugar en marzo de 2004, y con el posterior cambio de Gobierno, tras el triunfo al PSOE. No obstante, quiso dejar claro que, a pesar del interés del Estado en los trabajos del excomisario, BBVA "no está ligado al acto terrorista" y es un actor ocasional que, incluso, es muy posible que desconociera la trascendencia económica, internacional y política de la operación.
"Digamos que se aprovecha una coyuntura donde BBVA necesita una información de carácter defensivo, para una operación de Estado", apuntó.