
Pablo Mas, tras trabajar como product cost manager en Camper, fue admitido en en el programa garaje de Lanzadera, la incubadora y aceleradora de startups de Juan Roig, presidente de Mercadona. Desde ahí lanzó Yuccs, una empresa dedicada a la fabricación de las primeras deportivas de lana merino en el mercado español.
¿Cómo y cuándo nace Yuccs?
La idea de Yuccs nace en enero del 2017, para aquel entonces trabajaba para la marca de calzado Camper, Mallorca, y donde conocía muy de cerca el producto y su proceso de fabricación. Tras mucha investigación de mercado, y buscando crear algo único, di con la lana merino, una fibra única por sus propiedades y muy cotizada. Allí es cuando lo tuve claro, tenía que hacer un zapato a partir de esta fibra, una tarea complicada sabiendo que tenia que empezar desde cero, desde su origen. Contacté con 2 centros españoles pioneros en innovación textil pero ambos me cerraron las puertas al no tener garantías de poder garantizarme un buen resultado. Y no fue hasta la 3 puerta, donde el Instituto Tecnológico AITEX aceptó el proyecto.
¿Por qué decide apostar por este tejido de zapatillas? ¿Y por este sector?
Decidí apostar por algo innovador, único, pero sobre todo natural. Nuestro objetivo es aprovechar lo que la naturaleza nos ofrece para crear materiales innovadores y pensados para un mayor confort. Si las mejores marcas de ropa técnica utilizan este material tan exclusivo debido a su capacidad de autorregular temperatura, absorber la humedad y minimizar malos olores, porque no usarlo en zapatillas. Me decidí por calzado debido a mi experiencia obtenida en Camper y mi pasión por los zapatos. Aunque reconozco que es uno de los sectores más difíciles, no solo por el producto en sí, el cual tarda más de 4 meses en ser producido, sino porque es un sector donde te encuentras mucho "despistado". A veces pienso: quién me mando meterme en algo tan complicado pudiendo hacer otras cosas mucho más sencillas.
¿Contó con algún tipo de financiación o ayuda?
Me la jugué todo a cara o cruz. Cogí los 20.000 euros que tenía ahorrados y decidí desarrollar el tejido único de lana merino, con la idea de presentarlo a futuros inversores y conseguir capital para seguir desarrollando. Por suerte y tras esta primera fase, conseguí otros 20.000 euros en una ronda de financiación para acabar el primer prototipo. Sí, un prototipo de 40.000 euros, una locura. Finalmente, hemos capitalizado la empresa con otros 30.000 euros para lanzar la marca al mercado español sin perder de vista Europa.
¿Qué previsiones tienen respecto a las ventas de este año?
Para 2019, se prevé distribuir más de 10.000 pares, lo que supondrá una facturación de 1.000.000 de euros para finales de este mismo año.
¿Cuáles son sus claves de éxito?
Las claves, aunque parecen simples, se complican día a día: paciencia, motivación y sobre todo mucha persistencia. El limite lo pones tú. Rodéate de gente que te haga replantearte las cosas y sobre todo diferénciate, ya que todo está muy visto actualmente.
¿Qué planes de futuro tiene la empresa?
Ahora mismo queremos consolidar la marca en España y comunicar bien el producto para que el mercado lo comprenda. A mediados de año queremos abrir nuestras puertas a mercados europeos donde creemos que la lana merino es más apreciada. Además, países como Francia, Alemania o UK son los principales importadores de calzado español, por tanto un mercado que reconoce el "Made in Spain" y nuestra calidad en calzado.