La Comisión Europea no se mueve. Los argumentos de Iberia no le servirían para mantener sus permisos de vuelo si el Reino Unido abandona la UE a las malas el 29 de marzo. Si el Parlamento británico rechaza el próximo 15 de enero el acuerdo de salida, la aerolínea española dejará de poder volar en el conjunto de la UE, también en España, a menos que registre cambios de propiedad para que el 51 por ciento de su capital quede en manos comunitarias.
Así lo confirmaron ayer fuentes de Bruselas a elEconomista, desmontando la estrategia de la compañía. Iberia argumenta que la mayoría de los derechos de voto continuarán en manos españolas, en concreto El Corte Inglés, incluso si la propiedad deja de proceder de la UE, una vez que Londres salga, en menos de tres meses.
La fusión con British Airways en 2011 creó el conglomerado International Airlines Group, del que así mismo forman parte Vueling o la irlandesa Aer Lingus, que también se verían afectadas. Tras la salida de las islas, la mayoría del accionariado ya no pertenecerá a la UE. Las mismas fuentes remiten al comunicado del pasado diciembre, cuando la Comisión presentó sus planes de contingencia para un Brexit sin acuerdo. El sector aéreo era uno de los incluidos en la estrategia de Bruselas para minimizar el daño de una ruptura dura. Sin embargo, la UE solo permitirá a las aerolíneas británicas vuelos directos, durante un año, entre su territorio y una ciudad europea en caso de que se produzca un divorcio a las bravas.
De esta manera, Iberia o Vueling solo podrían volar por ejemplo entre Madrid y Londres o Barcelona y Manchester, mientras que todos los vuelos dentro de España o la UE quedarían suspendidos. En un serio aviso para IAG y otras en situación similar -Easyjet y Ryanaiir- la Comisión subrayó que las licencias de operación dejarían de ser válidas si la aerolínea no es "de propiedad y control" de accionistas europeos.
Easyjet y Ryanair ya han anunciado cambios
Así, mientras que Easyjet y Ryanair han anunciado cambios en su accionariado, Iberia se escuda en un barroco esquema societario que desliga la propiedad económica (en manos de IAG) de los derechos de voto cuya mayoría (50,01) controla Garanair, en manos del Corte Inglés. Sin embargo, esta última no tiene poder económico en el grupo, por lo que resultaría insuficiente para probar que el control y la propiedad de Iberia sigue en suelo comunitario. Las citadas fuentes piden a estas compañías que comprueben "lo antes posible" con las autoridades si actualmente cumplen con la legislación comunitaria, quienes además les podrán guiar sobre los siguientes pasos a dar.
En caso de que no cumplieran con los requerimientos de propiedad, la UE podría dar algo de tiempo, fijando una fecha más allá del Brexit, para la cual medidas correctoras deberían aplicarse. Sin cambios en la propiedad para entonces, los derechos para operar cesarían.