
Bankia se enfrenta hoy a uno de los días clave del juicio por su salida a bolsa en el verano de 2011: la juez puede sacarla de la causa o, atendiendo a la Fiscalía Anticorrupción, puede aumentar la acusación sobre la entidad.
El banco, que solo permanece acusado por las acusaciones populares (aquellas asociaciones que representan a los accionistas afectados que invirtieron en su salto al parqué) solicitó a través de su defensa que se le aplicara la 'doctrina Botín'.
El Tribunal Supremo estableció en 2007 este criterio que consiste en que una persona física o jurídica no puede ser juzgada si no hay acusación por parte de la Abogacía del Estado ni de la Fiscalía Anticorrupción a pesar de que haya acusación popular, ya que esta quedaría deslegitimada.
Encontrándose Bankia en esta misma circunstancia, solicitó que se le aplicara dicha doctrina y así escapar del juicio que se retomará mañana en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid).
Sin embargo, el primer día del proceso judicial -se inició el pasado 26 de noviembre- la fiscal Carmen Launa comenzó su intervención en la fase de cuestiones previas soltando la bomba. El Ministerio Público abrió la puerta a acusar directamente a la entidad por un delito de falsedad contable por los estados financieros sobre los que se basó el banco para salir a bolsa.
Según Launa, varios de los acusados en el juicio, incluida la entidad, pudieron haber contribuido a que la verdadera realidad de Bankia "fuera ocultada" para viciar la voluntad de los inversores. Si la juez decide escuchar a la Fiscalía, la posibilidad de Bankia de librarse del juicio quedará completamente sepultada.
Une por primera vez los intereses de Rato y el banco
Este juicio, paradójicamente, une por primera vez los intereses de Bankia y de Rodrigo Rato (expresidente de la entidad)... después de casi cinco años enfrentados desde que saliera a la luz el caso de las tarjetas black. El banco que encabeza José Ignacio Goirigolzarri ha pasado de señalar directamente a Rato como responsable de la trama de las visas opacas a defender su gestión en la salida a bolsa, lo que en resumen es defenderse a sí mismo.
La entidad defiende que el expresidente actuó con "racionalidad económica", adoptó sus decisiones según análisis de organismos internacionales y no cometió irregularidades contables.
Esta defensa, que consta en un documento elaborado por el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Navarra, Germán López Espinosa, y aportado a la causa por Bankia, culpa al imprevisible azote de la crisis económica de la evolución del banco en bolsa. Mientras, Rato cumple cuatro años y medio de prisión por las black.