
Abertis ha ejercido su derecho de oferta preferente y el viernes remitió una oferta a Ardian para tomar el 49,99% de la concesionaria de los túneles del Cadí, en el Pirineo, y de Vallvidrera, en Barcelona, que el fondo de infraestructuras francés ha puesto a la venta, según confirman fuentes próximas a la compañía.
De este modo, el grupo español, que tiene el 50,01%, busca sumar el 100% de la concesión y cerrar así su primera inversión desde que Atlantia y ACS tomaran el control conjunto el pasado mes de octubre. La operación se estima en más de 100 millones de euros.
Ardian tiene ahora que analizar la propuesta y deberá dar una respuesta en 15-20 días. El fondo que lidera en España Juan Angoitia solo podrá vender su participación a otro inversor siempre y cuando la oferta supere la de Abertis.
La concesionaria Túnels Barcelona Cadí gestiona los túneles del Cadí y de Vallvidrera, con una longitud conjunta de 41 kilómetros y un plazo de concesión hasta el año 2037. Se trata de dos infraestructuras cuya titularidad es de la Generalitat de Cataluña.
Concesión en 2012
El banco brasileño BTGy Abertis se hicieron con la concesión en 2012, con un 65 y un 35%, respectivamente. En 2014, la entidad carioca vendió su participación a Ardian, que en 2015 traspasó el 15,01% a la concesionaria que preside ahora Marcelino Fernández Verdes. Por aquella última operación, Abertis pagó 34 millones de euros. A ese precio, el 49,99% que ha puesto a la venta alcanza una valoración de 113 millones.
Abertis quiere con esta operación retomar las inversiones, después de que en los últimos dos años su crecimiento inorgánico haya estado condicionado por el proceso de OPA (oferta pública de adquisición) en el que ha estado involucrado. Lo hace, además, en España, donde el próximo año finaliza la concesión de la AP-7 Tarragona-Valencia y de la AP-4 Sevilla-Cádiz y el Gobierno ya ha anunciado que no se prorrogará ni se relicitará. Suman 468 de los 1.559 kilómetros que Abertis explota en España. Para 2021, termina el contrato de la AP-7 La Jonquera-Barcelona, Barcelona-Tarragona, la AP-7 Montmeló-El Papiol y AP-2 Zaragoza-Mediterráneo. En este caso, alcanzan los 479 kilómetros. Ese año también expira el plazo de Invicat, que opera la C-31 / C-32 Montgat-Palafolls y la C-33 Barcelona-Granollers, con 66 kilómetros en total. Por tanto, la concesionaria que dirige José Aljaro podría dejar de gestionar en los próximos tres años casi dos terceras partes de su cartera total en España.