Madrid
Las seis principales constructoras españolas han batido el récord de cartera de obras en el presente ejercicio. Hasta el mes de septiembre, ACS, Ferrovial, Sacyr, Acciona, OHL y FCC acumulaban una cifra conjunta de pedidos de construcción -no incluye la referida a otros negocios como servicios, industrial, concesiones o energía- en todo el mundo de 90.547 millones de euros.
Este importe representa un incremento del 7,5% con respecto a los 84.212 millones que registraban en el mismo mes de 2017. El crecimiento se sustenta en su desarrollo internacional, puesto que el negocio en España ha vuelto a contraerse en los últimos 12 meses, aunque a un ritmo menor que en cursos pasados.
La cartera en el exterior de las seis grandes constructoras ha registrado un alza del 8,2%, al pasar de los 77.105 millones de septiembre de 2017 a los 83.465 millones actuales -hasta el tercer trimestre de 2018-. Así, ya pesa el 92,2% del total. Una evolución que consolida el liderazgo internacional de las empresas de infraestructuras españolas. Estados Unidos y Latinoamérica se erigen en sus principales mercados, por delante de Canadá, Australia y Europa. En algunos casos, como ACS, Acciona y FCC su apuesta también abarca el sudeste asiático, Oriente Medio y África, aunque con un peso mucho menos significativo.
Las constructoras españolas han encontrado en el extranjero las oportunidades que ya no ofrece España. Su crecimiento internacional es incesante. Lo extremaron durante los años más duros de la crisis económica, con una incidencia especial en el negocio de la construcción en España, pero aún hoy, cuando la economía nacional registra incrementos sostenidos, la tendencia continúa.
En 2007, ACS, Ferrovial, Sacyr, Acciona, OHL y FCC cifraban su cartera de obras en 46.035 millones, es decir, casi la mitad que en la actualidad. De este importe, España suponía el 70%, con 32.312 millones, mientras que el 30%, 13.723 millones, correspondía al negocio internacional. Es decir, en la última década han multiplicado por más de seis veces su posición en el exterior.
Por el contrario, el mercado español se ha contraído a la cuarta parte. Al cierre de los nueve primeros meses del año, la contratación conjunta sumaba 7.084 millones, un 0,4% menos que en el mismo periodo de 2017. Han frenado así el deterioro de ejercicios pasados gracias a la recuperación de la obra residencial y al punto de inflexión que está experimentando la inversión pública. No en vano, de las seis empresas, OHL (+19,1%), Sacyr (+12,5%) y Acciona (+2,9%) han aumentado en el presente curso su cartera nacional. No así ACS (-1%), FCC (-1,2%) y Ferrovial (-19%), si bien el grupo que preside Rafael del Pino está pendiente de rubricar, en alianza con Acciona, varios contratos relevantes del Corredor Mediterráneo.
A pesar de moderar la caída, España ya sólo pesa el 7,8% en la cartera total, seis décimas menos que un año antes. El récord de la cartera de negocio de este año viene impulsada principalmente por ACS. El mayor grupo de construcción del mundo aporta prácticamente dos terceras partes del crecimiento. Elevó desde 54.142 millones hasta 58.150 millones su cifra de pedidos en todo el mundo hasta septiembre. De este modo, suma casi 4.000 millones de los 6.300 millones totales.
También destaca la subida de Ferrovial, del 27%, de manera que aumentó la cartera en construcción de 9.045 millones a 11.485 millones. Sacyr, por su parte, la incrementó un 31,4%, hasta 5.698 millones, y FCC un 6,4%, hasta 4.576 millones.
Mientras, Acciona, cada vez más concentrada en el negocio renovable, rebajó su cartera un 12,7%, hasta 5.487 millones. OHL, entretanto, la redujo un 15,6%, hasta 5.151 millones, después de sacar del perímetro contratos por más de 500 millones con Aleatica -antigua OHL Concesiones- que en el pasado sí contabilizaba.
