Empresas y finanzas

La CNMC rechaza el proyecto de 310 millones de Enagás para una regasificadora en Tenerife

  • La instalación obtendría pérdidas operativas durante al menos 15 años
  • Endesa no puede garantizar el consumo de gas a largo plazo

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha rechazado por segunda vez la construcción de la planta regasificadora que Enagás proyecta en Granadilla (Tenerife), con una inversión prevista de 310 millones de euros, porque entiende que no hay garantías de que sea económicamente viable.

La CNMC ha emitido un informe negativo sobre una propuesta de Resolución de la Dirección General de Política Energética y Minas -elaborada por el anterior Gobierno- que otorga a Enagás la autorización para construir dicha instalación, consistente en una planta de recepción, almacenamiento y regasificación de gas natural licuado (GNL).

Según la memoria de la Resolución, dependiendo de los escenarios de demanda de GNL de la isla canaria, si la planta abasteciera únicamente a la planta eléctrica existente en Granadilla, la regasificadora exigiría una inversión de 257,2 millones. Si, como plantea Enagás, la demanda energética fuera un 15% superior y, además, se suministrara el hidrocarburo a buques, la inversión ascendería a 271,5 millones.

A esas cifras hay que añadir, en ambos casos, las inversiones en gasoductos, valoradas en 38,8 millones. En total, el desembolso de capital calculado por la empresa transportista de gas presidida por Antonio Llardén superaría los 310 millones.

Rebaja de la electricidad en las islas

Gracias a la actividad de la planta, los costes del sistema eléctrico canario -que triplican largamente los de la Península- se reducirían en 11,89 euros por MWh, al emplear el GNL como combustible en vez del actual gasóleo. En el cálculo también se incluye el coste de las emisiones de CO2, que se reducirían considerablemente (un 32%), al igual que las de otros gases contaminantes, como el SO2 (un 99%) o el NOx (58%).

Según la memoria, la viabilidad de la planta quedaría garantizada desde su primer año de funcionamiento, siempre y cuando la planta de gasóleo de Granadilla se haya reconvertido para quemar GNL.

Sin garantías de que se vaya a usar la planta

El organismo presidido por José María Marín Quemada, no obstante, rechaza la construcción de la instalación, como ya hizo en septiembre del año pasado, al considerar que no es conveniente por varios obstáculos:

Según sus cálculos, el proyecto incluye un tanque de GNL que el regulador considera sobredimensionado, exigiendo una inversión que dificulta su viabilidad económica. De hecho, recuerda que según la memoria de la Resolución, las inversiones en la regasificadora y las instalaciones anejas no son viables en ninguno de los escenarios considerados, con flujos de caja negativos durante 15 ó 20 años.

Este déficit, no obstante, en un análisis económico conjunto con el sistema eléctrico, arroja valores positivos desde el primer año, tal y como indica la memoria de la Resolución. Pero la CNMC recuerda que está pendiente un desarrollo normativo de la Ley 34/1998, del sector de hidrocarburos, relativo a garantizar la sostenibilidad del sistema gasista en Canarias, y que no debe haber subvenciones cruzadas entre el sector eléctrico y el gasista, evitando perjudicar a los consumidores de gas en beneficio de los de electricidad.

Y, por otro lado, Unelco, filial de Endesa y propietaria de la central eléctrica de Granadilla, no ha presentado las garantías de que vaya a usar el hidrocarburo como combustible a largo plazo, con independencia del precio que alcance, algo imposible según la regulación vigente.

La CNMC concluye que la decisión sobre la instalación "deberá tomarse cuando se disponga de las mencionadas garantías de uso de la Planta y de los correspondiente estudios económicos" que comprueben la sostenibilidad del sistema gasista canario.

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