Empresas y finanzas

El sector del agua quiere reducir sus emisiones

  • El biogás supone una de las principales fórmulas de ahorro energético
Foto: iStock

El sector del ciclo urbano del agua se ha sumado a la estrategia de economía circular. Los operadores de abastecimiento y saneamiento han comenzado a medir su contribución a las tendencias de conservación del medio ambiente y a minimizar su impacto en los entornos. No es algo que no estuvieran haciendo ya, pero ahora le ponen número. "Las empresas se están adaptando a las ideas y a las estrategias de la economía circular", explicaba Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (Aeas). Y tiene implicación directa sobre su negocio, tanto desde el punto de vista de la reutilización de agua y materia orgánica, como de energía y de cambio climático.

El consumo energético y el aprovechamiento de la energía es uno de los ámbitos donde más esfuerzos está realizando el sector. En este sentido, en España, la media de consumo energético por cada 1.000 litros de agua es de 0,98 kilovatios/ hora por metro cúbico. El consumo energético del servicio del ciclo integral del agua por hogar es de 117 kilovatios/hora, lo que supone menos que el gasto energético que se produce en el consumo en espera de los aparatos eléctricos que habitualmente tenemos en los hogares, y es 10 veces inferior al consumo producido por calentar el agua que consumimos en los hogares, según los datos del último Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2018, elaborado por Aeas y AGA. Según Morcillo, "el consumo del servicio es bajo y los operadores están trabajando para reducirlo. Calentar agua es lo que produce el mayor gasto energético, más de 10 veces que el del ciclo integral del agua".

Además, el aprovechamiento energético producido por el sector, es decir, la generación de energía por parte de los servicios de agua urbana se sitúa en torno a los 456 gigavatios/hora al año, cifra equivalente a suministrar energía eléctrica durante un año a una población de 150.000 habitantes. El 72% de los operadores de los servicios de agua urbana cuenta con sistemas de aprovechamiento energético, el cual se consigue a través de energías renovables y verdes. El 40% de ese aprovechamiento se destina a autoconsumo.

Las formas de aprovechamiento en el sector se concentran en el biogás producido en las Estaciones de Depuración de Aguas Residuales (Edar) y en el potencial hidroeléctrico de los caudales de agua empleados. En concreto, en cuanto al volumen de biogás producido en las Edar, es de 138 Nhm3 al año, lo que sume 4,8 Nm3 por habitante al año. La generación de gas supone, en aquellas ciudades con este aprovechamiento, el 4% del volumen total de gas consumido por los hogares.

Huella de carbono

Junto con el ámbito energético, el 63% de los operadores de los servicios de agua urbana calcula su huella de carbono. La emisión por parte de las empresas del sector es de 30,08 kilogramos de CO2 equivalente por habitante y año, lo que significa el 0,434% del total de emisiones españolas de CO2 a la atmósfera. El 62% de los operadores dispone, además, de un plan para mitigar o compensar sus emisiones.

También en relación con la Estrategia de Economía Circular, la reutilización es uno de los puntos fuertes del sector del ciclo urbano del agua. Así, en España se reutilizaron unos 268 hectómetros cúbicos, alrededor del 7% del agua residual depurada y regenerada. En cuanto a sus usos, el 45% es para la agricultura, el 10% para industria, el 36% para jardines y zonas de ocio, y el resto se reparte entre la limpieza de alcantarillado y calles y otros usos. "Somos el primer país de Europa en reutilización", recuerda Morcillo. Además, el sector ha avanzado en la reutilización de los fangos producidos en depuración. En 2017 se produjeron un total de 701.751 toneladas de materia seca -90 kilos de fango por persona y año-, de los cuales el 85% se destina a agricultura -biosólidos-, jardinería y silvicultura; y un 10% a incineración o valoración energética, mientras que solo el 5% termina en el vertedero.

Si la aportación del sector a la economía circular es una novedad del estudio anual sobre el estado del ciclo urbano del agua, lo que es una constante es la denuncia del déficit de inversión. "No estamos invirtiendo ni la mitad de lo que sería necesario. Los operadores tienen la obligación de mantener, no de renovar", recuerda el presidente de Aeas, quien advierte de que "algo fallará, no será ahora, pero sí en la próxima generación".

Según señala el informe, la inversión prevista para el sector, tanto en los presupuestos generales como en los planes locales de inversión, continúa siendo insuficiente y las infraestructuras del agua están envejeciendo, "con el consiguiente riesgo de perder los niveles actuales de calidad de los servicios de abastecimiento y saneamiento". Aeas calcula una cifra que sería preciso poner encima de la mesa para acatar el déficit de inversión: 60 euros per cápita al año. No es la única organización que reclama más fondos para el sector. El Foro para la Ingeniería de Excelencia apunta que España necesita duplicar la inversión destinada a saneamiento.

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