
La farmacéutica Grifols está sufriendo en sus cuentas el tipo de cambio entre dólar y euro. De enero a septiembre, las ventas del grupo se estancaron en 3.264 millones de euros, aunque sin contar el efecto divisa, los ingresos habrían crecido un 7,9%. La exposición al dólar del fabricante de hemoderivados es de casi un 70% en las ventas y de hasta un 80% en los costes. Las ventas de su división principal, la de derivados del plasma, también se reduce un 0,1% en lo que va de año.
La compañía admite que sus esfuerzos para abastecerse de plasma, objetivo marcado en su plan estratégico, están afectando a su rentabilidad. Así, el margen de ebitda ha sufrido en este periodo un deterioro de 153 puntos básicos. El plan de inversiones en que está inmersa la compañía estaría implicando unos costes mayores, derivados de la apertura de nuevos centros de donación e incrementos en los costes de obtención de plasma, reconoció el lunes la firma. Aún así, la compañía catalana ganó 468,3 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un 8,5% más que en el mismo período del año pasado.

A pesar de las ganancias, la farmacéutica familiar no consigue recortar su nivel de endeudamiento. Es más, el ratio es cada vez mayor. Al cierre del trimestre, el pasivo financiero neto alcanzaba ya los 5.781 millones de euros, más que los 5.560 millones en los que terminó el primer semestre o los 5.244 millones del pasado mes de septiembre. De este modo, el ratio con el ebitda es ya de 4,58 veces frente a las 3,98 veces en las que se situaba en el mismo momento del año pasado o las 3,55 veces de 2016.