
Iberdrola se ha precalificado en los concursos internacionales lanzados por el Gobierno de México para poner en servicio dos líneas de transmisión eléctrica valoradas en conjunto en 2.300 millones de dólares, casi 2.000 millones de euros al tipo de cambio actual. En caso de ganar, la compañía -que no ha querido hacer declaraciones- inauguraría una nueva línea de negocio en uno de sus mercados estratégicos.
La liberalización del sector energético emprendida por México ha llegado al sector de las redes eléctricas y el Gobierno ha lanzado varios concursos internacionales para que las empresas privadas se encarguen de construir y gestionar estas infraestructuras a largo plazo. Iberdrola ya se ha precalificado en dos de estos concursos.
El primero es para una línea que unirá Baja California con el resto del sistema eléctrico nacional. Con 700 kilómetros de longitud y 1.500 MW de potencia en ambos sentidos, exige una inversión de 1.100 millones de dólares, unos 960 millones de euros. El contrato contempla el diseño, la financiación, la construcción la operación y el mantenimiento de la infraestructura durante 30 años. De acuerdo con el calendario actualmente previsto -que ya ha sufrido algún retraso- el fallo se producirá a inicios del año que viene y debería entrar en operación en el año 2021.
Puja contra seis consorcios
La compañía eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán compite en la puja con otras seis empresas o consorcios de México, China, EEUU, Canadá... Ganará la compañía o el consorcio que solicite el menor pago contractual constante. Éste derivará de la tarifa de transimisión que fije la Comisión Reguladora de Energía (CRE). De acuerdo con las estimaciones gubernamentales, durante los 30 años de operación, la línea aportará unos beneficios de 1.711 millones de dólares, unos 1.490 millones de euros, al conjunto del país.
La segunda de las líneas de transmisión, Yautepec-Itxepec, exige una inversión de 1.200 millones de dólares, unos 1.036 millones de euros, tendrá una longitud de 1.221 kilómetros y una capacidad de 3.000 MW para evacuar la potencia eólica prevista en el istmo de Tehuantepec.
En este caso el contrato incluye la construcción, modernización, operación y mantenimiento de la infraestructura durante 25 años. La forma de pago difiere de la otra red de transimisión: según avancen las obras o con la tarifa de transmisión, en cuyo caso puede haber una inversión adicional de 500 millones de dólares.
De acuerdo con el calendario de la licitación, el fallo se producirá a inicios de diciembre.