Empresas y finanzas

La crisis amenaza con aguar la Navidad a sector del vino: prevén caídas en las ventas del 5 al 10%

Con la economía española entrando en recesión en el cuarto trimestre del año, el sector del vino afronta las Navidades en medio de una crisis que puede afectar a bodegas y clientes finales, pasando por restaurantes o tiendas especializadas. Los expertos estiman que el sector podría ver caídas entre el 5 y el 10% en de las ventas en Navidad, una época en la que factura cerca del 40% de los casi 2.600 millones de euros que mueve a lo largo del año.

"Vamos a ver caídas fuertes en el mercado doméstico de entre el 5 y el 10% en los volúmenes, que pueden llevar a caídas de precios puesto que hay un stock de vino importante y muchas bodegas tienen que darle salida", dijo un analista del sector sobre el cierre de 2008.

Además, las dificultades podrían extenderse a la primera mitad de 2009. "La tendencia va a ser igual ahora que en los primeros seis meses del (próximo) año, lo que pasa es que la facturación en Navidad es mayor, cerca del 40% del total anual", añadió.

Bajada de pedidos

Dentro del mercado del vino, que despachó en España 844 millones de litros con un valor de 2.591 millones de euros entre el 30 de junio de 2007 y 30 junio de 2008 según el Ministerio de Medio Ambiente, Medio rural y Marino (MARM), algunas bodegas notan cierta bajada de pedidos tradicionales de Navidad.

"Los pedidos son de menor cuantía. Quien antes te pedía 15 cajas de botellas ahora te pide diez", dijo un representante de Barón de Ley (BDL.MC), que comercializa marcas de Rioja como Coto Real y logra de octubre a diciembre un 35-40% de las ventas anuales -85,5 millones de euros en 2007-.

La fuerte compentencia en el sector se suma al fantasma de la crisis y ha forzado a compañías como Bodegas Peñalba López, que comercializa vino de Ribera del Duero bajo marcas como Torremilanos y factura 3,5 millones al año, a modificar su estrategia comercial en Navidad y diversificar hacia otros segmentos.

Bodegas Riojanas (RIO.MC), con marcas como Viña Albina, reconoció que está notando la crisis en Navidad por la bajada de los pedidos medios de clientes. "El pedido medio general está bajando y el consumo medio del canal de restauración está bajando", dijo Santiago Frías, director general adjunto del grupo, que habitualmente vende entre noviembre y diciembre un 40% del total anual -17 millones de euros en 2007-.

Mejor en casa

Frías dijo que ante la crisis, el consumidor se acerca a alternativas más económicas que los restaurantes, como supermercados o tiendas especializadas. "Entiendo que en el canal de restauración están reduciendo márgenes y que el consumo (de vino) se está desplazando a alimentación, es decir tiendas, supermercados y grandes superficies", añadió.

Según un estudio del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), los hábitos de los españoles -que gastan 57 euros y consumen 18,57 litros de media al año- están cambiando hacia un mayor consumo de vino en los hogares.

Los analistas estiman que el descenso del consumo y el cambio de los hábitos podría provocar un descenso de los precios de las cartas de vinos en los restaurantes. "Creo que va a haber una deflación de precios en restauración, teniendo en cuenta que se estaban aplicando márgenes de tres veces", dijo un analista.

Sin embargo, la Federación Española de Hostelería (FEHR), que agrupa a 74 asociaciones del sector, defendió su política de precios pese a que el sector vio caer en un 5,2% interanual su cifra de negocios en septiembre, según datos del INE.

El gasto "se está conteniendo"

En el sector hostelero "no vendemos vino, vendemos un servicio de vino. Si el hostelero entendiera que bajando el precio haría más negocio, lo bajaría", dijo el adjunto a la Presidencia de la FEHR, José Luis Guerra.

Cadenas especializadas como Lavinia, que vende botellas a precios que van de los cuatro euros de un vino corriente a los 5.000 que vale un Petrus de Burdeos cosecha de 1982, también reconocen los cambios en el mercado aunque sin mostrar preocupación.

"Se está vendiendo bastante, pero este año es más paulatino, viene menos gente y el gasto se está conteniendo", dijo Javier Gila, asesor de vinos a clientes VIP y restaurantes en una tienda Lavinia en el madrileño Barrio de Salamanca.

La misma opinión comparte María, una empresaria de 49 años, al abandonar otro establecimiento especializado con una factura vinícola de 120 euros en el bolsillo. "He comprado un vino de Rioja de Crianza (por 37 euros), un champagne francés (por 45 euros) y vinos blancos (por 9,50 euros cada botella aproximadamente), seis botellas en total, para un regalo", dijo.

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