Empresas y finanzas

Corsair y Globalvia se agarran a un laudo inminente para comprar Itínere

  • El arbitraje sobre los accionistas puede decantar la guerra a uno u otro lado
Autopista AP-9 Audasa. Itinere.

Corsair y Globalvia aguardan la resolución de un laudo que puede decantar la guerra para tomar el control de Itínere a uno u otro lado. De acuerdo con fuentes jurídicas, la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid ultima la sentencia del pleito en el que Abanca, Kutxabank y Sacyr, accionistas de la concesonaria, denunciaron el pacto de accionistas que firmaron con Corsair cuando éste compró el 37,9% que poseía Citi ante la negativa del fondo americano a permitirles vender sus participaciones.

Si el árbitro da la razón a Corsair, allanará el camino para que fructifique la compra de las acciones de Sacyr y Liberbank, como pretende. Por el contrario, si son la constructora y las dos entidades financieras las vencedoras, la venta a Globalvia ganará enteros.

El origen de este laudo se remonta a julio de 2017, cuando Abanca, con el 23,8% del capital de Itínere, Kutxabank, con el 16,7%, y Sacyr, con el 15,5%, denunciaron a Corsair por impedirles vender sus participaciones, por las que se habían intersado Globalvia y Macquarie, por un lado, y APG, GIC y PSP, por otro. El gestor de fondos americano se acoge a los acuerdos de accionistas, que los demandantes interpretan de manera opuesta.

Su resolución puede erigirse en la clave para desatascar la disputa que se ha generado en las últimas semanas. Globalvia llegó a un acuerdo con Abanca, Kutxabank y Sacyr para comprar el 56% que controlan de Itínere a finales de julio por un importe que supone valorar el 100 por cien de la concesionaria de autopistas en 1.300 millones.

Sin embargo, el pasado 10 de septiembre, Corsair, en alianza con el fondo de pensiones holandés APG -uno de sus partícipes-, comunicó el ejercicio de su derecho de oferta preferente para controlar el 59% valorando la empresa al mismo precio. Este porcentaje incluye el 37,9% que controla la firma estadounidense, el 15,5% de Sacyr y el 5,8% de Liberbank.

El conflicto surge porque el acuerdo de Abanca, Kutxabank y Sacyr era indivisible, lo que a priori impide a la constructora vender de manera individual a Corsair y APG. De hecho, en el contrato se estableció que la ruptura del mismo por cualquiera de las partes implicaría el pago

de una compensación de 100 millones.

Sacyr tenía hasta el 25 de septiembre para dar su respuesta a Corsair. No obstante, el pasado lunes, día 24, un juez admitió y ejecutó las medidas cautelares solicitadas por Globalvia, que denuncia a la constructora de decantarse por la propuesta de los fondos. Un extremo que fuentes conocedoras del proceso rechazan, toda vez que el consejo de administración no se reunió hasta el mismo lunes con el objetivo de tomar alguna decisión.

Corsair, por su parte, contestó con la solicitud de medidas cautelares a la Corte de Arbitraje de Madrid -también ejecutadas- para que Sacyr no pueda vender a Globalvia. Un fuego cruzado que amenaza con judicializar el proceso y que podría llegar a retrasar durante años la venta de las participaciones para unos accionistas (Abanca, Kutxabank y Sacyr) que llevan años en la puerta de salida.

Hasta el 22 de octubre

El auto del juzgado de primera instancia número 82 de Madrid, relativo a las cautelares solicitadas por Globalvia, establece un plazo de 20 días laborables para que Sacyr se oponga -no puede sin embargo presentar un recurso-. El mismo periodo le ha dado a la concesionaria que preside Juan Béjar para trasladar una demanda contra la constructora que lidera Manuel Manrique por incumplir el acuerdo de julio, según explican fuentes jurídicas. Por tanto, tiene para hacerlo hasta el próximo 22 de octubre. Corsair, por su parte, también podrá hacer lo propio.

Con anterioridad, no obstante, es previsible que Globalvia convoque a Abanca, Kutxabank y Sacyr para cerrar la compraventa del 56% de Itínere. Ante las cautelares que la Corte de Arbitraje ha ejecutado a instancias de Corsair, la constructora no podrá acudir. En ese momento, Globalvia podría reclamar los 100 millones.

El proceso se ha tornado en un embrollo jurídico de difícil predicción. Es por ello que una resolución temprana del laudo podría allanarlo. Si el árbitro resuelve en contra de Corsair, el derecho de primera oferta desaparecería y Globalvia tendría mucho más fácil tomar el control de Itínere. En caso contrario, el fondo americano mantendrá el control de la gestión de la empresa y, en consecuencia, se cerrarían las puertas para que Globalvia pueda ejercerla, como siempre busca en sus inversiones.

Y en todo caso, no está cerrada la puerta a una posible solución pactada entre APG y Globalvia, al estilo de lo ocurrido en Abertis con ACS y Atlantia.

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