Madrid, 30 oct (EFECOM).- Los responsables de las empresas eléctricas y gasistas consideran que el sector afronta, en todo el mundo, el mayor desafío de los últimos veinte años y que los cambios que se avecinan serán "revolucionarios" o muy significativos.
La mayor parte de ellos cree que los apagones o cortes en el suministro son ahora más probables que hace cinco años y que la cobertura de la demanda será un reto "enorme" o "considerable" en todo el mundo.
Estas son algunas de las conclusiones de la Encuesta Global 2006, elaborada por la consultora PriceWaterhouseCoopers con las respuestas de 116 altos directivos de 43 países y que este año lleva por título "El gran salto".
Dos tercios de los consultados, el 64 por ciento, creen que el sector eléctrico mundial se enfrenta al mayor periodo de cambios de los últimos veinte años.
El 75 por ciento considera, además, que los cambios serán revolucionarios o muy significativos.
Esta percepción es especialmente acusada en Europa, donde el 72 por ciento de los encuestados comparte estas opiniones.
Entre los directivos de las empresas energéticas persisten los temores sobre la capacidad de garantizar el suministro.
El 40 por ciento cree que el riesgo de apagones eléctricos es ahora mayor que hace cinco años, porcentaje que se sitúa en el 37 por ciento si se pregunta por la posibilidad de cortes en el suministro de gas.
La preocupación es mayor en Europa, donde el porcentaje de directivos que piensan que el riesgo ha aumentado duplica al de los que sostienen que se ha reducido.
El 51 por ciento de los encuestados considera que las empresas del sector se enfrentarán en los próximos cinco años a un desafío de demanda y abastecimiento "considerable" (40 por ciento) o "enorme" (11 por ciento).
La mayor parte del sector entiende que el ritmo de cambio debe acelerarse, ya que los progresos realizados hasta ahora están muy por debajo de las necesidades.
El 42 por ciento cree que el sector se está quedando rezagado en el desarrollo de fuentes renovables de energía, y entre el 50 y el 60 por ciento ve imprescindible trabajar firmemente durante los próximos diez años para reducir el impacto medioambiental.
A pesar de la liberalización de los mercados, la encuesta destaca el papel desempeñado por los organismos reguladores, que son identificados a la vez como el principal motor y la mayor barrera para el cambio.
El sector confía cada vez más en su capacidad para desarrollar soluciones tecnológicas, pero alberga dudas sobre el contexto político y normativo.
De hecho, el 42 por ciento de los encuestados cree que las políticas normativas o gubernamentales impedirán realizar planes a largo plazo.
Según la encuesta, existe una preocupación real ante la posibilidad de que los gestores no logren desmantelar las barreras normativas antes de que sobrevengan situaciones de crisis relacionadas con el suministro o el medio ambiente.
En el capítulo de fuentes de energía, el carbón limpio encabeza, junto al gas, la lista de combustibles que previsiblemente contribuirán a satisfacer el aumento futuro de la demanda.
La mitad de los encuestados en América y Europa y el 44 por ciento del total pronostican un incremento de la capacidad nuclear en su área.
La encuesta muestra también un elevado nivel de fusiones y adquisiciones en el sector energético.
Según el estudio Power Deals 2005, ya publicado, el volumen de las transacciones está superando todos los récords.
En 2005, las fusiones y adquisiciones ascendieron a 196.000 millones de dólares (156.800 millones de euros), frente a los 123.000 millones de dólares (98.400 millones de euros) en 2004. EFECOM
mam/txr
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