
El Parlamento Europeo decidirá el próximo 12 de septiembre la suerte del borrador de directiva de derechos de autor en Internet, una normativa que se tumbó hace tres meses con una diferencia de 40 votos en contra, pero con la ausencia de 12 europarlamentarios del PP.
Por ese motivo, la industria cultura europea vive estos días con el alma en vilo, pendiente de los 28 votos que decidirán el sentido de una directiva de copyright online que obligará a YouTube a compensar a los dueños de los contenidos protegidos que estén alojados en su plataforma, entre otras consecuencias.
Las cuentas ofrecen pocas dudas. Este mismo borrador sobre los derechos de autor en Internet se tumbó el pasado 5 de julio por apenas 40 votos de un total de 750, y entre ellos se encontraba la docena de eurodiputados del PP que ese día se ausentaron de Estrasburgo al encontrarse en Madrid, eligiendo al nuevo presidente de su partido.
Si no hubieran coincidido esas fechas y los representantes del PP hubieran votado de acuerdo con sus convicciones, la diferencia negativa se hubiera reducido a los referidos 28 votos. En la misma aritmética también resultará decisiva la suerte de los 31 diputados que hace tres meses se abstuvieron. Si estos últimos deciden reconsiderar su opinión en favor del sí (y siempre que los parlamentarios que ya votaron a favor mantengan el mismo criterio que hace poco más de tres meses) se pondría en marcha el proceso para aprobar la normativa europea sobre derechos de autor en el Mercado Único Digital.
El texto que se someterá a consulta el próximo miércoles es prácticamente idéntico al del pasado 5 de julio, sin embargo cuenta con pequeñas modificaciones del original, ya que el proceso obliga a que si el texto es rechazado en el Parlamento Europeo hay obligación de debatir un nuevo texto.
Si bien fuentes del Ministerio de Cultura y Deporte consideran que en aquella ocasión se produjo una campaña de desinformación e intoxicación sin precedentes que pudo influir en el resultado de la votación. Según las mismas fuentes, en la víspera de la votación se realizaron múltiples llamamientos en contra de una normativa a través de cerca de 60.000 correos electrónicos recibidos en las cuentas personales de los europarlamentarios en apenas dos días. Un 'bombardeo' que volverá a producirse esta semana.
El tiempo corre en contra del borrador de directiva ya que corre en riesgo de caer en vía muerta si se produce un resultado negativo, puesto que la Comisión Europea concluye su mandato en primavera, sin tiempo para reaccionar.
Por el contrario, en el supuesto de que el Parlamento Europeo apruebe el referido borrador, se iniciaría un trámite parlamentario que implicaría al Consejo, Comisión y Parlamento, con el objetivo de aprobarlo a finales de este año. A continuación, sería el momento de los Estados miembros que quedarían obligados a trasponer la directiva en sus respectivas regulaciones nacionales.
YouTube y agregadores de noticias, los principales afectados si sale el sí
A modo de ejemplo, la edición de la Wikipedia española cerró su servicio durante dos días. En un comunicado, la enciclopedia online advirtió que de que aprobarse la reforma de la directiva se "dañaría significativamente la Internet abierta que hoy conocemos, al amenazar la libertad en línea e imponer nuevos filtros, barreras y restricciones para acceder a la web. También apuntaron que la propia Wikipedia estaría en riesgo ya que, de aprobarse la versión propuesta, se dificultaría "acciones como compartir una noticia en redes sociales o acceder a ella a través de un motor de búsqueda.
Sin embargo, fuentes del gobierno español recalcan que el servicio de Wikipedia quedaba excluido de la actuación de la directiva de derechos de autor, igual que las plataformas de redes sociales y mensajería instantánea. Es decir, los usuarios podrán seguir compartiendo contenidos protegidos a través de Twitter o WhatsApp, entre otros, ya que el regulador considera que los usuarios no buscan un lucro económico por dicha actividad.
El gran afectado de la nueva directiva es Google, compañía propietaria de YouTube, que se convierte en el objetivo de la reforma que en cinco días se cocinará en el Parlamento Europeo. Igualmente resultarán afectados otros proveedores de servicios de la sociedad de la información que almacenan y facilitan el acceso público a grandes cantidades de obras protegidas, como Vimeo o DailyMotion.
También tienen motivos para que la normativa no salga adelante las compañías online dedicadas a la agregación de noticias con fines comerciales, como es el caso de Google News o Menéame, entre otros.