
La nueva norma de medición de emisiones contaminantes en los coches que entra en vigor mañana en toda Europa sigue poniendo patas arriba al sector del automóvil. En España, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) calcula que la subida del Impuesto de Matriculación que traerá aparejada dicha regulación hará que el mercado de venta de coches caiga hasta un 10%.
Según los vendedores, este nuevo test de emisiones de dióxido de carbono (WLTP) hará que entre un 10% y un 20% de los vehículos que actualmente están exentos del Impuesto de Matriculación por emitir menos de 120 gramos se vean ahora obligados a liquidarlo. Según los cálculos de elEconomista, unos 800.000 vehículos tendrán que tributar en los próximos doce meses y aportarán a las arcas de las comunidades autónomas unos 300 millones de euros.
No obstante, la industria sigue negociando con el ministerio de Reyes Maroto para que finalmente opte por elevar el límite de emisiones y neutralizar así la subida de emisiones derivada de la nueva homologación. De mantenerse los límites de 120 gramos, el Ministerio de Industria, en conversaciones con el de Hacienda, podría aceptar que los vehículos obligados a tributar que antes estaban exentos no estén sometidos a los tipos actuales. Aunque no se ha fijado en qué consistiría esa rebaja, las fuentes consultadas hablan de reducir los tipos a la mitad para los vehículos afectados.
Desde Ganvam insisten en la necesidad de eliminar el Impuesto de Matriculación, "máxime cuando de los grandes mercados europeos, España es el único con un gravamen de este tipo, lo que reduce artificialmente el tamaño de su mercado potencial", aseguran desde la patronal de la distribución. "Además, como actualmente solo tres de cada diez vehículos pagan este impuesto, la merma económica para Hacienda no solo sería reducida sino que se vería compensada por la demanda adicional generada", según sus cálculos.
La propuesta de la patronal es reorientar el Impuesto Municipal de Circulación para que se base en la emisiones en lugar de en la cilindrada y la potencia. Al vincularlo al CO2 y a la normativa Euro se asociará a la antigüedad del coche y por tanto, se establece un sistema justo de discriminación del coche por su potencial contaminante, según los vendedores. Para el presidente de Ganvam, Lorenzo Vidal de la Peña, "lo deseable sería que en lugar de parchear las medidas de Bruselas, se pusiera en marcha una fiscalidad vinculada realmente al medio ambiente, que trasvase la presión de la compra al uso".
Grandes descuentos
Con este escenario, las marcas han puesto en marcha desde hace semanas políticas comerciales beneficiosas para los compradores con el objetivo de acabar con sus stocks. Hasta final de año, las marcas podrán seguir vendiendo el denominado "fin de serie" de algunos modelos que no estén homologados. El Ministerio de Industria permite que se matricule bajo este paraguas hasta un 10 por ciento del volumen de ventas contabilizado por cada marca durante 2017.
De esta manera, las previsiones apuntan a que las matriculaciones cerrarán el mes de agosto con una fuerte subida del 68 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, según el sector.